El segundo encuentro regional de Reconciliación Colombia, continuó con el panel de empresarios y reconciliación, donde participaron Maurice Armitage, Presidente de la Siderúrgica de Occidente; Manuel Ballestas, Presidente de la Junta Directiva de Ganchos y Amarras del Valle SAS y Fabricio Ponce, Presidente de Coca Cola Femsa, quienes expresaron que es necesaria la decidida voluntad de este sector, con el fin de generar un aporte real a la reconciliación del país.
Para Maurice Armitage, Presidente de la Siderúrgica de Occidente –SIDOC-, el empresariado tiene que estar comprometido: 'la vida nos ha dado una oportunidad y eso nos obliga a trabajar más. El compromiso social de los que tenemos dinero es muy grande. Lo digo sin populismo', concluyó al comentar que aunque ha sido objeto de dos secuestros, le ha inculcado a sus hijas y nietos trabajar por el país.
Cabe señalar que varios son los enfoques trabajados desde este panel, por ejemplo, Fabricio Ponce, presidente de Coca-Cola Femsa, mencionó que la empresa que emplea a 220 mil personas en el mundo, ha encontrado que en Colombia el reto es darles oportunidades a sectores de la población que han participado de la violencia y se han arrepentido de sus acciones, incorporándose a un proceso de desmovilización.
En este sentido, explicó que hay facilitadores de su organización que donan tiempo para trabajar con los futuros desmovilizados-trabajadores para 'quitarles el miedo' a hacer parte de esta sociedad, sin que sientan la necesidad de hallar su seguridad empuñando un arma.
Al resaltar esta iniciativa, Alejandro Éder, Director de la Agencia Colombiana para la Reintegración –ACR-, comentó que este camino que se ha recorrido por parte de Coca – Cola Femsa, es al que ha invitado la agencia que dirige, pues una de las grandes dificultades con las que se encuentran los desmovilizados es el estigma social. 'Hoy esta es una empresa innovadora. Dentro de su propia responsabilidad social están contribuyendo. Esta responsabilidad es de todos los colombianos. No solo del Gobierno, ni sólo de los empresarios', agregó Éder.
De acuerdo con cifras de la ACR, en Colombia se han desmovilizado 57 mil personas se al día de hoy. Cinco personas diarias. 'Ya hay por lo menos 30 mil desmovilizados en trabajos productivos y la mayoría lo hacen sin que sus jefes lo sepan porque cuando se dan cuenta de su condición la reacción es a salir de estas personas', comentó Éder al invitar a romper los prejuicios.
Otro de los panelistas fue Manuel Ballestas, hoy Presidente de la junta directiva de la empresa Ganchos y Amarras del Valle SAS, y antes miembro de un grupo armado ilegal. En un auditorio conformado por más de 300 personas y cerca de 50 líderes regionales en mesa redonda, Ballestas pidió perdón por las acciones cometidas durante su permanencia en esta agrupación ilegal y agradeció públicamente a diferentes entidades como USAID, la Fundación Carvajal y Eternit, la oferta institucional que le permitió avanzar en su decisión de retornar a la vida civil y expresó su deseo para que la empresa privada continúe profundizando las oportunidades para que cada vez más colombianos se salgan del conflicto.
'A las personas que no creen en nosotros les decimos que somos conscientes y aceptamos toda nuestra culpa, pero queremos que entiendan que somos humanos. No tenemos ira ni rencor en nuestro corazón. Hoy tengo una familia que es el motor que día a día me da fuerza para volver a casa', le dijo Ballestas al público.