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Diecinueve pastores evangélicos, sacerdotes católicos y rectores de colegios cristianos desfilaron por el Concejo de Cartagena para tratar de convencer a los 19 ‘apóstoles’ de la democracia criolla, que tienen curul en la corporación, sobre los milagros y transformaciones que vivirá la sociedad si aprueban el proyecto de Acuerdo distrital que declara a octubre, mes de la promoción y lectura de la Biblia.

Hubo lágrimas, confesiones personales, testimonios de conversión, aleluyas y lecturas de pasajes bíblicos.

Los concejales, en varios apartes de la audiencia, parecieron atrapados por la locuacidad de los invitados. Algunos de los cabildantes destaparon sus cartas, como el ponente del proyecto Salim Guerra, quien manifestó públicamente que la Constitución del 91 y las leyes no son contrarias al espíritu de la iniciativa.

El tema, en víspera de los debates electorales que se avecinan, y al pasar de los días, se ha vuelto una ‘papa caliente’ en la corporación, como quiera que los mismo concejales estiman que las iglesias evangélicas pueden canalizar votaciones del orden de los 20 a 30 mil sufragios.

Nada más el pastor Jhonny Copete, uno de los más controvertidos de la ciudad, durante su participación como candidato a la Cámara de Representantes, por el partido Cambio Radical, en las elecciones de hace unos 3 años y medio, obtuvo cerca de 7.000 votos. Y hace 7 años, cuando aspiró a la Alcaldía de Cartagena, logró 20.000 sufragios.

Los religiosos que asistieron ayer a defender el proyecto en el Concejo dijeron, unos, que lo hicieron por cuenta propia; otros, por invitación del mismísimo Señor Jesucristo, y unos más, por la amistad con la concejala Duvinia Torres, quien es autora de la iniciativa que cambiaría a octubre como el mes de las brujas por el de la devoción por la palabra divina contenida en la Biblia.

La audiencia demoró más de tres horas y en momentos, gracia al don de la palabra que mostraron varios pastores, logró conmover a las barras, que gritaron alabanzas a Dios y aplaudieron cada intervención, como un domingo en el templo.

El pastor cristiano Jaime Puello, con la Biblia en mano, y desde el atril de los oradores de honor, dijo que estaba en el recinto por invitación de 'nuestro Señor Jesucristo'. Hizo un recuento de su vida díscola, confesó que fue pandillero de barrio, policía corrupto, ladrón de patio y deshonra de su familia, pero que la Palabra de Dios lo libró del abismo.

El sacerdote católico, Norberto Castillo, dijo que no traía argumentos legales, sino un mensaje espiritual. Agregó que el conocimiento de la Biblia contribuirá a hacer ciudadanos mejores.

El pastor Copete llevó a un expandillero y a un reinsertado de grupos armados para que entregaran sus testimonios de conversión al Señor y a un nuevo vivir.

Ahora, el proyecto sigue su tránsito por el Concejo y deberá someterse a primer debate, en la Comisión Tercera. Luego irá a plenaria para su aprobación definitiva y pasará a sanción del alcalde, Dionisio Vélez.