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Cuando Andy Spary, un carpintero británico de 39 años con pasión por el running, empezó a sentir un dolor inusual y persistente en su glúteo izquierdo, lo atribuyó a una inofensiva caída patinando.

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Sin embargo, lo que parecía una simple molestia de deportista ocultaba una verdad mucho más siniestra: un cáncer de intestino en etapa tres que ya había comenzado a invadir los ganglios linfáticos cercanos. Esta impactante revelación transformaría por completo la vida de Andy y la de su esposa, Amy.

Un vínculo con la enfermedad de Crohn

La “quemazón intensa” que Andy experimentó durante semanas fue la primera señal de alarma. Tras una serie de estudios médicos que incluyeron una resonancia magnética y una biopsia, los resultados fueron claros y devastadores: un tumor se había extendido desde su intestino hasta el glúteo.

Este agresivo avance llevó a los médicos a sospechar que el cáncer podría estar relacionado con la enfermedad de Crohn, una condición inflamatoria crónica que Andy padecía previamente.

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La conexión es crucial, ya que la enfermedad de Crohn puede favorecer un crecimiento celular anormal en el tracto digestivo, lo que explicaría la rápida y severa progresión de su tumor.

La dura batalla de Andy

El camino de Andy hacia la recuperación ha sido un verdadero desafío. El año pasado, se sometió a una ostomía, una intervención quirúrgica para crear una abertura abdominal que desvía los desechos del cuerpo a una bolsa. Aunque inició tratamientos de quimioterapia y radioterapia en septiembre, los resultados iniciales no fueron los esperados, y el cáncer persistió.

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Ante la tenacidad de la enfermedad, el 21 de mayo de este año, Andy enfrentó una segunda y crucial cirugía. Durante esta compleja operación, los especialistas extirparon la porción afectada del intestino, los restos del tumor y parte del tejido del glúteo comprometido.

Para reconstruir la zona pélvica, un cirujano plástico empleó tejido del propio cuerpo de Andy. Con su habitual buen humor, el británico comentó con ligereza: “Un cirujano quita el tumor y el plástico arregla todo. Nuevo trasero, nuevo yo, todo bien”.

Se espera que esta intervención no solo elimine el cáncer, sino que también alivie los síntomas de su enfermedad de Crohn al remover la zona más afectada. Ahora, Andy aguarda con esperanza los resultados de una tomografía que, dentro de un mes, confirmará si ha logrado vencer por completo la enfermedad.

Próximo objetivo: la maratón de Londres 2026

A pesar de los obstáculos, Andy Spary y su esposa Amy mantienen una actitud admirablemente positiva, concentrándose en la tratabilidad de la enfermedad y la posibilidad de superarla. Con una increíble fuerza de voluntad, Andy ya se ha fijado una meta inspiradora: correr la maratón de Londres en 2026 para recaudar fondos para la organización benéfica Trekstock, dedicada a apoyar a jóvenes con cáncer.

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Este nuevo desafío es un potente testimonio de su inquebrantable espíritu de lucha y un mensaje de esperanza para quienes enfrentan adversidades similares.

La historia de Andy es un recordatorio de la importancia de escuchar al cuerpo y de la resiliencia humana frente a las pruebas más difíciles. Su determinación no solo lo impulsa a él, sino que también sirve de inspiración para muchos otros.