La India y Pakistán, potencias antagonistas desde su independencia del Imperio británico, atraviesan uno de los momentos de máxima tensión bilateral desde 2019, después de que 26 civiles fueran asesinados en una zona turística de la Cachemira india en un ataque terrorista, del que Nueva Delhi responsabiliza a Islamabad.
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Estas son las claves de la escalada entre los dos países, ambos con arsenal nuclear, que ha llevado al ministro de Información paquistaní, Attaullah Tarar, a afirmar que Pakistán posee “información fidedigna” que indica que la India está planeando una acción militar contra Islamabad en un máximo de 36 horas.
El ataque en Cachemira
Aunque la relación diplomática y geopolítica entre la India y Pakistán es tensa y compleja desde la partición del subcontinente indio en 1947, el brutal ataque del pasado 22 de abril en el que murieron 26 personas -25 indios y un nepalí- y varias resultaron heridas ha exacerbado las hostilidades.
El ataque tuvo lugar en una popular pradera frecuentada por turistas en la zona de Pahalgam, en la Cachemira controlada por la India, y rápidamente el Gobierno indio involucró a Pakistán, acusándolo de haber brindado apoyo a los atacantes.
El Gobierno de la India, liderado por el primer ministro Narendra Modi, prometió respuestas con prontitud y contundencia al ataque armado en la volátil Cachemira, que es objeto de disputa entre Nueva Delhi e Islamabad.
Dos días después del ataque, Nueva Delhi indicó que había identificado a tres personas, dos de ellas de origen paquistaní, como presuntos atacantes.
La respuesta de la India
En represalia por el ataque, el Gobierno de Modi tomó una batería de medidas contra Pakistán, ordenando la expulsión de diplomáticos, la revocación de visados para paquistaníes en la India, el cierre de su frontera terrestre con el país vecino y la suspensión unilateral del Tratado de Aguas del Indo de 1960, un documento fundamental para los dos países que había resistido los anteriores envites bilaterales.
El viceministro para Asuntos Jurídicos y Justicia de Pakistán, Aqeel Malik, dijo ayer que Islamabad está “explorando todas las opciones legales” para responder a la suspensión de este pacto que interpreta como un “acto de guerra”.
Por su parte, Pakistán expulsó a diplomáticos indios, revocó algunos visados para indios, cerró su espacio aéreo a aerolíneas indias y clausuró la frontera terrestre.
Una región disputada, epicentro del conflicto
Cachemira, en el Himalaya occidental, ha sido una zona conflictiva para la India y Pakistán desde hace más de medio siglo. Ambos países reclaman el control de este territorio.
Además, desde 1989, la parte de la región que administra Nueva Delhi está sumida en una revuelta armada que ha causado decenas de miles de víctimas y que, según la India, está patrocinada por Pakistán.
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En agosto de 2019, el Ejecutivo liderado por Modi revocó arbitrariamente el Artículo 370 de la Constitución de la India, que otorgaba a Cachemira un estatus especial de semiautonomía. La decisión provocó disturbios políticos y sociales en la región.
Precisamente en febrero de ese año, tuvieron lugar los últimos intercambios de bombardeos entre los dos países, tras el atentado de Pulwama (también en la Cachemira india) en el que murieron 40 agentes de policía indios.
Violaciones del alto el fuego
La escalada de las hostilidades entre Nueva Delhi e Islamabad ha provocado varias situaciones de violación del alto el fuego a ambos lados en la Línea de Control (LdC), la frontera de facto entre la India y Pakistán en Cachemira, y en la frontera internacional.
Este martes, las fuerzas paquistaníes abrieron fuego contra posiciones indias en varios sectores del límite internacional, según una fuente de la Defensa de la India.
Este tipo de incidentes son, sin embargo, relativamente frecuentes entre los dos países.
Mediación de Irán, Egipto y la ONU
Desde que escalase el conflicto, varios actores internacionales se han ofrecido a mediar entre la India y Pakistán.
El ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, ofreció a Teherán como mediador entre ambos países asiáticos para “forjar un mayor entendimiento” entre Nueva Delhi e Islamabad “en estos momentos difíciles”.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Egipto, Badr Abdelaty, telefoneó a sus pares indio y paquistaní, Subrahmanyam Jaishankar e Ishaq Dar, respectivamente, y les pidió contención.
Anoche, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, conversó con el canciller de Nueva Delhi y con el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif.
El ministro indio, Subrahmanyam Jaishankar avisó a la ONU de la importancia de rendir cuentas en medio de la crisis con Pakistán, mientras que Sharif instó a la ONU a aconsejar moderación a la India y negó sus vínculos con el terrorismo.