Un estadounidense de 48 años recibió hace unos meses una de las peores noticias: cáncer de colon en etapa 4. El diagnóstico lo obtuvo luego tomar un trago de gaseosa y sentir un fuerte dolor intestinal que lo obligó a buscar ayuda médica de manera urgente.
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El paciente, identificado como Shawn Michael Kirkbride, residente en el estado Misuri (EE. UU.), compartió su historia a través de un video publicado en febrero pasado en el canal de YouTube ‘The Patient Story’.
Kirkbride contó que los primeros síntomas de la grave enfermedad aparecieron en octubre de 2024, cuando comenzó a sufrir problemas intestinales. Lejos de sospechar que se trataba de un cáncer, Shawn concluyó rápidamente que tenía estreñimiento, que es lo que ocurre cuando las heces se desplazan con dificulta por el intestino grueso.
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Entonces intentó eliminar el malestar con varios remedios, pero ninguno le funcionó. El dolor fue escalando de tal manera que tuvo que acudir de urgencia a un centro asistencial, donde lo sometieron a un tratamiento que Shawn Michael Kirkbride llamó “napalm para los intestinos”. Pero eso tampoco solucionó su problema de salud.
La calidad de vida del hombre de 48 se vio bastante afectada porque cada vez presentaba mayor dificultad para expulsar las heces. Ya estaba desesperado por saber qué era lo que realmente padecía.
Lo que no se esperaba es que lo iba a saber gracias a una práctica tan común como lo es beber gaseosa. Solo bastó un trago para tener la certeza de que era algo más que estreñimiento. “Bebí un sorbo y sentí como si alguien me hubiera disparado en las tripas”, contó en el video.
Volvió a urgencias y esta vez lo sometieron a exámenes más profundos, como una Tomografía Axial Computarizada (TAC). Los médicos encontraron una masa en el colon de Shawn Michael Kirkbride, por lo que decidieron intervenirlo quirúrgicamente ese mismo día.
“Lo único que podía pensar era en cómo decírselo a mi esposa porque ella estaba sentada en casa esperando a que volviera”, recordó.
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Al inspeccionar la masa, los cirujanos se dieron cuenta de que había varios tumores de gran tamaño adheridos al epiplón, que es un tejido graso que forma parte de la pared abdominal. El diagnóstico era grave: cáncer de colon en etapa 4.
Durante la operación lograron extirparle buena parte del turmor al hombre, por lo que el procedimiento fue calificado como exitoso. Pero todavía su cuerpo no está completamente libre de células cancerígenas.
El paso siguiente para Shawn es someterse a un tratamiento de quimioterapia durante los próximos tres meses para eliminar de su organismos lo que queda de la temible enfermedad.
