Una joven de 20 años estuvo al borde de la muerte tras ingerir una bebida energética antes de su rutina de ejercicios en un gimnasio. El incidente, ocurrido el pasado mes de noviembre de 2024, derivó en múltiples paros cardíacos y una intensa lucha por su vida.
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Según se conoció, Jazmín Garza tomó un tercio de una lata de la bebida Ghost con la intención de mejorar su desempeño físico. Sin embargo, minutos después de comenzar a ejercitarse, sufrió mareos y se desplomó.
Su novio, Isaac Ayala, presenció el momento en que la joven convulsionó y comenzó a sangrar por la nariz. Al no encontrar su pulso, inició maniobras de RCP mientras llegaban los paramédicos.
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Los servicios de emergencia lograron reanimarla tras varios minutos de maniobras y el uso de un desfibrilador. No obstante, en el hospital, Jazmín sufrió varios paros cardíacos más, uno de los cuales dejó su corazón detenido durante cinco minutos. La falta de oxígeno provocó daños severos en sus riñones, pulmones y corazón.
Ante la gravedad del caso, los médicos recurrieron a tres tipos de soporte vital: una máquina ECMO para la circulación sanguínea, diálisis para limpiar su organismo y un dispositivo para regular el oxígeno.
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A pesar de los estudios realizados, los especialistas no hallaron una causa concreta para el colapso cardíaco, ya que su corazón no presentaba anomalías.
Jazmín reveló que en ocasiones previas había sentido palpitaciones, pero las atribuyó al estrés. No tenía antecedentes familiares de enfermedades cardíacas ni padecimientos diagnosticados. También aseguró que rara vez consume cafeína, pero decidió probar la bebida energética para mejorar su rendimiento en el gimnasio.
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Este caso ha reavivado el debate sobre los riesgos del consumo de bebidas energéticas. Expertos advierten que su ingesta frecuente podría alterar el ritmo cardíaco y, en algunos casos, provocar eventos graves. Estudios también las han vinculado con ansiedad, problemas del sueño y afectaciones en la salud mental.
Tras dos semanas hospitalizada, Jazmín logró recuperarse y fue dada de alta, y los médicos calificaron su evolución como un caso excepcional, dado el riesgo vital que enfrentó.
