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En un insólito giro de eventos, un niño de 10 años ha denunciado a su padre por posesión de drogas después de ser castigado por no hacer sus deberes escolares. La situación, que ha captado la atención de medios locales, se desarrolló en la ciudad de Yinchuan, donde el menor, en medio de una rabieta, decidió huir de casa.

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Mientras caminaba por las calles, el niño se detuvo en una tienda y solicitó utilizar el teléfono para comunicarse con el servicio de emergencias. En la llamada, alertó a las autoridades sobre la presencia de drogas en su hogar, lo que llevó a la policía a actuar rápidamente. Los agentes se trasladaron a su ubicación y, tras asegurarse de su bienestar, lo llevaron de vuelta a su casa para realizar un registro.

Durante el allanamiento, los oficiales encontraron ocho bulbos de amapola, provenientes de la planta de la que se extrae el opio. Aunque el padre argumentó que los tenía por razones medicinales, la posesión de amapolas sin autorización es un delito en China, y puede acarrear severas sanciones penales. El hombre fue arrestado y trasladado a una comisaría, mientras que las evidencias del caso fueron remitidas a la brigada antidrogas.

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La amapola de opio (Papaver somniferum) es conocida por sus cápsulas, que contienen una savia rica en alcaloides, utilizada históricamente como analgésico y sedante. Sin embargo, su cultivo y extracción están estrictamente regulados en la mayoría de los países debido a su potencial uso en la producción de drogas ilegales. Este incidente resalta no solo los desafíos en la crianza de los menores, sino también las complejidades del manejo de sustancias controladas en el hogar.