Aterrorizados se mostraron los habitantes de la comuna La Pintana, al sur de Santiago de Chile, luego de que una madre fuera sindicada de matar a su hijo desconectándolo de una máquina de respiración artificial de la que dependía pues era tetrapléjico.
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Por lo menos dos testigos de los hechos aseguran que vieron a la mujer desconectando a su hijo y aunque intentaron impedirlo, la mujer se les fue encima y de manera violenta los sacó de la casa.
“Oye, desconecté al Marco. Dime cómo chucha tengo que hacerlo, porque yo no estoy capacitada para cuidarlo. ¿Sabes qué? Yo ahora me voy, me voy a arrancar”, se le escucha decir a Sonia del Carmen Paillao Calfucura en un audio que le envió a una mujer luego de cometido el crimen.
Esa es otra de las piezas clave en la investigación que ya comenzó su curso en la Fiscalía Metropolitana Sur. Paillao Calfucura fue enviada a prisión por un juez de Garantía de Santiago al ser la principal sospechosa de la muerte de su hijo.
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Al momento de la muerte de Marco Antonio Cantillana Paillao, este apenas llevaba seis horas bajo el cuidado de su madre pues antes estaba bajo el amparo de una amiga que conoció en el mismo centro médico en el que estuvo hospitalizado anteriormente.
Todo indica que fue un hecho premeditado o, al menos, eso asegura uno delos testigos, que le relató a las autoridades que vio a Sonia en compañía de otro sujeto muy tarde en la noche. “Me acerqué a ellos y se sentaron en una banca de la plaza frente al domicilio (…) Sonia me saludó, le pregunté qué le pasaba”, le dijo al medio chileno BBCL.
A su pregunta contestó que se sentía “cansada, no doy más. No soy capaz de seguir cuidándolo, quiero que descanse. Estoy aburrida de cuidarlo, porque no puedo hacer mi vida tranquila”. Posterior a ello entró a su casa y dejó al testigo y a su acompañante solos afuera.
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Desde afuera del domicilio el testigo cuenta que vio a través de un ventanal que la mujer le dio un beso en la frente al joven, de 28 años, “y luego se recostó en su pecho a llorar”. Manipuló las máquinas de respiración artificial y Marcos empezó a jadear al no poder respirar.
“El tubo, la manguera del oxígeno, estaba a un costado de la cama, (apuntando) hacia el suelo… observando que el Marquito se estaba ahogando y convulsionando, por lo que porque veía que se quejaba y se movía mucho. Al ver esto entré y me acerqué al ventanal de la pieza para ayudarlo”, agregó a medio en mención.
Fue allí cuando se percató de las intenciones de la mujer y entró a auxiliar a Marcos, sin embargo, la madre interrumpió las intenciones del testigo pegándole un ‘charchazo’ en la espalda y advirtiéndole que no entrara.
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La falta de oxígeno acabó con la vida de Marco Antonio y sin tener a nadie quien lo ayudara.
La versión del testigo coincide con unos audios enviados a una mujer de iniciales M.M.A., como la ha identificado las autoridades, y quien, al parecer, es una amiga del fallecido. En los múltiples audios la mujer habría confesado el crimen alegando que ya no podía cuidarlo.
“Contesta. Yo no estoy capacitada para cuidar al Marco. Yo lo voy a matarlo (…) tú sabes que yo estoy enferma. Háblale al papá del Marco que haga alguna hueá porque no he podido hablarle al hueón. Contesta concha de tu madre”, se le escucha decir a la mujer en el audio revelado por BBCL.
