El grupo islamista Organismo de Liberación del Levante, junto con otras facciones opositoras respaldadas por Turquía, consiguió tomar el control este viernes de cinco barrios en el oeste de Alepo, al norte de Siria. Este avance se dio tras tres días de intensos enfrentamientos contra las fuerzas del gobierno sirio, según reportó una organización no gubernamental.
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De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las facciones rebeldes lograron ingresar a los vecindarios de Hamdaniya, Nuevo Alepo, 3000 Appartments, Jamiliyeh y Salah al Din con un gran despliegue de combatientes. Este avance se facilitó mediante dos atentados suicidas con coches bomba, que abrieron paso para la entrada masiva de insurgentes.
Estas acciones fueron acompañadas de feroces choques en las entradas occidentales de la ciudad, la segunda más grande de Siria, y después de que los rebeldes se hicieran con el control del Centro de Investigaciones Científicas, ubicado a las afueras de Alepo.
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Esta es la primera vez que las facciones armadas entran en Alepo desde 2016, según el Observatorio, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
La entrada de los rebeldes y el lanzamiento masivo de drones y cohetes a Alepo ha provocado un estado de caos generalizado entre la población, que ha empezado a huir de forma “masiva” de esta importante urbe del norte de Siria, según la ONG.
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Al menos 255 personas han muerto desde el estallido de la violencia el miércoles, entre ellas más de una veintena de civiles -la gran mayoría en bombardeos de la aviación de Rusia, aliado de Damasco-, 144 combatientes opositores y 87 soldados del Ejército sirio y de grupos aliados, de acuerdo con el Observatorio.
El Organismo de Liberación del Levante controla la mayor parte de la vecina provincia de Idlib, donde desde 2020 está en vigor un alto el fuego acordado por Turquía y Rusia, una región que está siendo intensamente bombardeada por Damasco y Moscú durante estos tres días de ofensiva de los insurgentes.