El grupo chií libanés Hezbolá afirmó que ha matado a un total de 17 soldados israelíes durante la jornada del jueves, marcada por nuevos enfrentamientos en la frontera y las dificultades para las tropas de Israel de avanzar en el sur del Líbano.
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La sala de operaciones de Hezbolá indicó en un comunicado que pudo confirmar a través de “fuentes fiables sobre el terreno” que los ataques lanzados por la agrupación a lo largo del jueves acabaron con la vida de “17 oficiales y soldados del enemigo sionista”.
Por su parte, el Ejército de Israel se limitó a anunciar la muerte de otro soldado, que perdió la vida “en combate” el miércoles mientras participaba en la ofensiva terrestre en el sur del Líbano, por lo que el saldo de muertos entre las filas israelíes asciende a 9 desde la madrugada del martes.
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Tras la muerte de los primeros ocho soldados, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró que el país se encuentra “en medio de una dura guerra contra el eje del mal de Irán” y subrayó que devolverá a sus casas a los alrededor de 60.000 israelíes que fueron evacuados del norte de Israel por los ataques de Hezbolá.
La formación chií aseguró hoy que ha “estado repeliendo todos los intentos de las fuerzas de élite del enemigo israelí de avanzar en múltiples frentes en el sur del Líbano”, desde donde Hezbolá ha disparado artillería, cohetes, misiles e incluso ha plantado dispositivos para que exploten al paso de los soldados de Israel.
El grupo ya avanzó anteriormente que ha matado a varios israelíes durante la jornada, en la que los efectivos del Estado judío han tratado de “infiltrarse” en varios puntos del Líbano, como en el cementerio la aldea sureña de Yaroun, donde la formación instaló un dispositivo que explotó al paso de los uniformados.
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Hasta el momento, la poca información que ha trascendido de la línea de frente la ha proporcionado Hezbolá, cuya especialidad es el combate sobre terreno y a corta distancia, mientras que Israel ha seguido bombardeando ampliamente las zonas del sur del Líbano con el pretexto de destruir la infraestructura del grupo armado.
