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A pesar de las capas y los apretados trajes de látex, con el tiempo el público ha apartado la 'figura sexualizada' de las heroínas y villanas. Ahora son sus habilidades las que conquistan las pantallas.

Caracterizadas por ser cintas taquilleras, una oleada de fanáticos aclama cada vez más películas. La alta demanda de historias de El Universo Marvel (MCU) y de DC Comics, ha impulsado la creación de muchos personajes que acompañan las tramas desde la creación de ambas editoriales en la década de los años 30.

Estas historias, que desatan una montaña rusa de emociones en los espectadores, se han adaptado a las diferentes épocas y contextos sociales.

Un claro ejemplo de ello es la aparición de Diana Prince, la Mujer Maravilla (Wonder Woman en inglés), como la primera protagonista femenina en la historia de los cómics en 1941. El personaje ha ido evolucionando con el tiempo y ha tenido diferentes adaptaciones. Estuvo inspirada en la mujer amazónica del siglo XX.

Lynda Carter fue la primera actriz que interpretó a Wonder Woman en la serie de televisión estadounidense de los 70.