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La cantante y actriz latina estadounidense Jennifer López causó sensación este viernes en la pasarela de Milán al desfilar para Versace, una sorpresa en el cierre de un certamen que se dejó llevar por la selva amazónica de la mano de Marni.

Reina de la gala con un espectacular vestido de seda verde muy escotado, el mismo modelo que corto el hipo en la ceremonia de los Grammy del año 2000, JLo demostró su poder en una sala al borde de la histeria.

Era un secreto celosamente guardado, que solo empezó a revelarse con la música de la estrella durante el show.

Antes, Gigi, Bella y Kaia desfilaron al más puro estilo Versace de los años 2000, con vestidos cortos y muy ajustados, lentejuelas y actitud sexy y decidida.