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Camisas con cuello estilo disco, suertes con motivos de rombos y colores retro: la creadora británica Victoria Beckham se inspiró en la moda de los setenta para componer su colección mujer otoño-invierno 2019-2020, presentada este domingo en la Fashion Week de Londres.

'Inspirarse del pasado' para hacer 'propuestas del futuro', explicó la estilista de 44 años. No sorprende finalmente que haya elegido para el desfile las galerías del prestigioso museo Tate Britain, un edificio neoclásico con algunos de los tesores del arte británico.

En la asistencia se vio a tribu Beckham en completo, empezando por el padre, David, exfutbolista inglés y esposo de Victoria, sentado junto a la gran 'sacerdotisa' de la moda, Anna Wintour, con sus inevitables gafas de sol.

De la moda de los setenta, Beckahm rescata los cuellos de camisa, largos, combinados con suéteres ajustados al cuerpo con motivos de rombos y faldas en tweed de talle alta. Los pantalones, de color tabaco, amplios y confortables, acompañan camisas con volados sofisticados.

Las palestas de colores mezclan el espíritu de los años setenta (amarillo, rojo carmín y diferentes marrones) con colores del momento (lilas) y juega con los contrastes (rosa/negro o blanco/bordó).

La especialista de lo chic y sobrio, acostumbrada a las asarelas neoyorquinas, desfilaba por primera vez en Londres tras festejar el año pasado los diez años de su marca. 'El estudio está aquí, así como nuestro principal local, y tenía ganas de participar en la Fashion Week de Londres', dijo en una entrevista con The Guardian.

La ex Spice Girl, hoy respetada en el mundo de la moda, sigue con problemas desde el punto de vista financiero, con pérdidas al alza, de 10,3 millones de libras (13,2 millones de dólares) en el año 2017, según cifras publicadas en diciembre.