El diseñador colombiano Esteban Cortázar regresó este lunes a la primera línea de la Semana de la Moda de París, con una colección que se desmarca de la preeminencia del unisex para celebrar la sensualidad femenina.
En un elegante salón de la Facultad de Medicina, Cortázar volvió a desfilar en el programa oficial de la principal cita mundial del prêt-à-porter femenino, después de haber quedado al margen durante varias temporadas.
Junto a Haider Ackermann, francés de origen colombiano, es el único latinoamericano presente en esta Semana.
Y es que la firma de Cortázar, de 34 años, está en auge. En febrero pasado, regresó a la Semana de la Moda de Nueva York, donde con 17 años presentó su primera colección, ganándose el sobrenombre de 'niño prodigio'.
Fronteras delimitadas
En su desfile parisino, las fronteras están delimitadas: contrariamente a la mayoría de firmas en la actualidad, el suyo es un pase exclusivamente femenino, con prendas que celebran la sensualidad.
Tampoco hay confusión en cuanto al género - la tendencia unisex es ya una norma en las pasarelas -, ni en cuanto a la temporada: con transparencias, minishorts y tejidos ligeros tales como la seda, su colección está pensada para cuando sube la temperatura en primavera-verano.
Los tonos marrones, rosas, naranjas evocan los colores de la arena, las rocas, las montañas... 'Mi padre siempre me inculcó contemplar la naturaleza', dijo a la AFP Cortázar, al término del desfile.
Su inspiración: la isla española de Ibiza, donde suele 'pasar las vacaciones y se casaron sus padres, pero también el Caribe', reveló. 'Acababa de pasar un mes en Ibiza y con todo el equipo compartimos las experiencias de lo que habíamos vivido durante el verano (boreal)', dijo.
Sin estridencias
En la colección, no hay estridencias ni estampados: los modelos son sobrios y el corte estudiado para provocar un efecto cinético en vestidos y chaquetas largas, como movidos por la brisa.
En una entrevista con la AFP en 2017, el colombiano definió su ADN: 'Una mezcla entre la sensualidad latina, un deseo de celebrar las curvas, el movimiento, el color, combinado con la sofisticación que me da el vivir en París'.
Nacido en Bogotá, de padre pintor y madre cantante de jazz, Cortázar vivió en Miami durante su adolescencia. Llegó a París en 2007, de la mano de la firma Emanuel Ungaro, antes de fundar su propia marca.
Tras haber vestido a estrellas como Karlie Kloss y Kendall Jenner, su nombre dio la vuelta al mundo el año pasado cuando Melania Trump eligió uno de sus vestidos azul eléctrico para las celebraciones del 4 de julio, día de la independencia de Estados Unidos.
Por ahora descarta volver a la pasarela neoyorquina: 'Fue una invitación especial y la acepté. Pero París es mi casa y me quedo aquí'.
En la capital francesa Cortázar participó el domingo junto a otras marcas como Balmain, Jacquemus, Off White y Sonia Rykiel en un espectacular pase sobre una pasarela flotante de 60 metros instalada en el Sena, sobre la que desfilaron las actrices Elle Fanning, Andie MacDowell y Eva Longoria.