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'¿Y hoy qué me pongo?'. Esta es la pregunta que muchos universitarios se cuestionan al iniciar un nuevo semestre de clases. Está comprobado por los mismos estudiantes que vestirse para ir a alimentar el intelecto supone un reto, 'no solo porque implica escoger una prenda que brinde comodidad, sino porque debemos cumplir con el protocolo de vestuario impuesto –de manera oficial y no oficial– por las instituciones educativas', explica Jennifer Navarro, estudiante de Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte.

'Yo elijo siempre ropa que me permita llevar un look desenfadado y casual, pero sin verme desarreglada. Los jeans, las blusitas y los tenis son mis opciones preferidas', cuenta Valerie Royero, estudiante de Administración de Negocios Internacionales de la Universidad Libre.

Desde que se impuso el jean como prenda universal en los años 70 ha resuelto el problema de muchos mortales en búsqueda de cubrir el cuerpo. Es por ello que la diseñadora barranquillera Hilda Molina lo cataloga como el indispensable en el clóset a la hora de arreglarse para ir a clases.

Para los estudiantes que ingresan por primera vez a la universidad y para los antiguos, la experta recomienda que 'en lugar de invertir un montón en renovar el clóset, más bien invertir en prendas versátiles que les van a permitir armar muchos looks y jugar con lo que ya tienen normalmente', y agrega que 'a veces un buen outfit no es la última tendencia, sino combinar dos colores inesperados que contrasten y agregarle unos accesorios diferentes'.