Compartir:

Para Diane von Fürstenberg, lo más importante que el diseño de modas le ha dado, luego de más de 40 años en la industria, es una voz con la cual hablar por aquellos que no la tienen.

Nacida en Bélgica y consagrada en Estados Unidos, Diane von Fürstenberg no solo ha logrado permanecer vigente sino que ha construido un imperio que viste a las princesas y reinas del mundo con la misma gracia y elegancia que a una mujer común.

Su éxito en los negocios, su aporte a la historia de la moda (su wrap dress, o vestido envolvente, es ya un ícono universal), su cargo como presidenta del Consejo de Diseñadores de Modas de América y su trabajo filantrópico la han ubicado entre las mujeres más poderosas del mundo, y hoy en día se encuentra repensando su marca e incursionando en la televisión.

Diane von Fürstenberg habló con EL HERALDO sobre este nuevo proyecto, los retos que enfrenta la industria de la moda y lo que busca darle a la mujer de hoy en día: libertad, poder y confianza.

¿Cómo nació la idea de ‘House of DVF’?

Mucha gente me dijo por años que hiciera un programa de televisión pero cada idea era terrible y ninguna me gustaba. Pero hace unos dos años estábamos en una reunión de mercadeo y decidimos que sería bueno como compañía traer nuevas chicas, jóvenes comunes, entre los 20 y 25 años, y entrenarlas para ser embajadoras de la marca alrededor del mundo. Y cuando tuvimos esa idea de pronto pensé: 'oh, esto debería ser un programa de televisión: cómo encontramos a esa chica'.

¿Qué cree que aprendieron las participantes durante el programa?

Ocho chicas llegaron y solo una se convirtió en embajadora de marca, pero todas han cambiado con esta experiencia, todas se volvieron personas más seguras e independientes y todas permanecieron en contacto conmigo, así que fue una gran experiencia con todas ellas. Ya sea que hayan ganado o no, todas aprendieron. Yo amo ese momento mágico en la vida de las jóvenes, entre los 20 y 25 años, en el que todo puede pasar. Todas las puertas están frente a ti, y no sabes cuál va a ser al que te cambie la vida. De todos los momentos de mi vida, esos años son los que más recuerdo, así que a pesar de que soy mucho mayor, realmente puedo identificarme con ese momento de la vida de una mujer.

¿Qué opina del auge que han tenido ciertas blogueras de moda en la industria?

El mundo nunca será el mismo: el internet marcó un antes y un después. Todo ha cambiado, todo el mundo tiene una voz. Puede ser bueno y puede ser malo, por eso las revistas no están muy seguras de cómo manejarlo. Nadie realmente lo sabe, pero yo creo que es algo bueno. Todo el mundo se llama a sí mismo 'bloguero', eso no significa que mucha gente los vaya a escuchar, pero algunos se las arreglan para tener una voz más fuerte que otros y la empiezan a usar como un negocio, y parten de ahí.

¿Es diferente vestir a mujeres de la realeza y a mujeres normales?

Las princesas son mujeres también. La reina Matilde de Bélgica, mi reina, usa mi ropa, al igual que la princesa María de Dinamarca y la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama. Es algo muy halagador ver a tantas mujeres diferentes y con distintos orígenes usando mi ropa.

¿Cómo ve el estado de la mujer en el mundo actual?

Creo que deberíamos estar mejor. Creo que el estado de la mujer en el mundo en este momento no es muy bueno, por cosas como las que pasan en África y el Medio Oriente. Es terrible y creo que tenemos que unirnos porque cuando el mundo ataca a la mujer, no es una buena señal.

¿Qué le da Diane von Fürstenberg a la mujer?

Siempre digo que yo celebro la libertad, empodero a la mujer y vendo confianza; es lo que trato de hacer con mi ropa y con todo lo que hago. El punto es hacer que una mujer se sienta más segura, ya sea usando un vestido para trabajar o un traje de noche. Si he hecho alguna contribución a la moda, es esa.

¿Cuál fue el mayor reto que enfrentó en su carrera?

La verdad es que en cada nivel y en cada momento tienes retos, eso es lo que le digo a los jóvenes diseñadores. Tienes grandes retos cuando empiezas, y luego te haces más grande y tienes retos diferentes, y luego llegas a la cima y tienes otros retos, nunca se detienen. Lo único que fue diferente para mí, porque siempre manejé mi propio negocio, incluso cuando era muy pequeño, es que nunca tuve un jefe ni tuve que trabajar en una estructura corporativa. Y también, como era el negocio de la moda, que está muy rodeado de mujeres, yo personalmente nunca sentí que ser una mujer fuera una desventaja.

Comenzó su carrera con la intención de ser una mujer independiente, y hoy está en la lista de las mujeres más poderosas del mundo...

Es solo una lista. Es muy lindo cuando la gente te lo dice y luego te olvidas de eso. Lo que sí creo que es importante cuando te vuelves exitoso es que logras dos cosas: te vuelves independiente financieramente y logras tener una voz, y cuando la tienes, puedes hacer mucho con ella. La gente que tiene una voz tiene el deber, pero también el privilegio, de usarla por aquellos que no tienen.

¿Cuál es la clave para mantenerse relevante en una industria que tiende a olvidar?

Tienes que rodearte de gente joven, ser curiosa y cuestionarte a ti misma todos los días. Es por eso que ahora, en la tercera parte de mi carrera, estoy realmente intentando organizar las cosas para que, con suerte, la marca se mantenga relevante luego de que yo ya no esté.

¿Cómo es su relación con la tecnología?

Me encanta la tecnología. Tuve la suerte de ser suficientemente mayor para bailar en Studio 54 y suficientemente joven para hacer parte de la revolución digital. Mi iPad es mi mejor amigo.