Ágatha Ruiz de la Prada llegó ayer a la Intendencia Fluvial con un pequeño tocado de Negrita Puloy que le regalaron a su arribo a Barranquilla y que, en sus propias palabras, podría haber diseñado ella misma, por el parecido con sus propios diseños.
Y es que si por algo se conoce a esta diseñadora en todo el mundo es por sus colores vibrantes, siluetas divertidas y aire de eterna alegría, características también del Carnaval de la Arenosa, del cual ella ha escuchado mucho.
Es por eso que Ruiz de la Prada se sintió como en casa a pesar de ser su primera visita a la ciudad, a la que siente muy cercana gracias a su amistad con la también diseñadora Silvia Tcherassi.
En medio de una multitud admiró los diseños de los asistentes de las Casas Distritales de Cultura, agradeció y se puso los regalos artesanales que le hicieron y deseó poder bailar mapalé como los danzantes que se presentaron durante el evento, en el que la alcaldesa Elsa Noguera la nombró Huésped de Honor de la ciudad, en compañía del secretario de Cultura, Afif Simán; la presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio, María José Vengoechea; la presidenta de Procolombia, Nubia Stella Martínez, y la también diseñadora Beatriz Camacho, entre otros invitados.
'Cuando te entusiasma tu trabajo no te cuesta nada reinventarte', confesó Ruiz de la Prada, reconocida internacionalmente por su imperio que sobrepasa los límites del vestuario, y quien luego de todo el alboroto, se sentó con EL HERALDO a charlar sobre su íntima relación con América Latina, la expansión mundial de su estilo de vida a través de sus productos, el futuro de la moda sostenible y hasta el momento de cambio político que vive su natal España.
¿Ha tenido siempre una relación cercana con Latinoamérica, a donde la invitan a menudo?
A mí me da miedo acostumbrarme a esto, entonces de vez en cuando me voy a un sitio como Bosnia, Serbia, Uzbekistán o Polonia que son muy simpáticos, pero no tienen nada que ver con esto... y luego a los dos días me voy a Nueva York, porque tú no te puedes creer que esto es tu vida. Latinoamérica es una maravilla y está teniendo un éxito a nivel mundial. Este es el momento en el que Latinoamérica está mejor. Hace muchos años el arte contemporáneo español era importantísimo, y en este momento el arte latino es puntero en el mundo entero, porque lo latino se ha convertido en universal, y eso es mucho más que ser español.
Pero usted también es universal. Ha expandido por el mundo su estilo de vida...
Ya me gustaría serlo. La suerte que tenemos es que antiguamente un diseñador solamente diseñaba ropa. Es más, ni siquiera eran diseñadores, eran modistos. Era un señor al que venía una señora rica y le hacía trajes. En cambio ahora un diseñador puede crear lo que quiera: un libro, una película, un casco, una maleta, una silla, un reloj...
¿Cómo ve el crecimiento de Podemos, un movimiento político emergente en su país?
Ahora es un momento muy complicado en la política porque durante muchos años ha habido dos partidos, y parece que en este momento la gente tiene ganas de que haya más. Entonces claro, los dos partidos están aterrorizados porque la gente está con ganas de que el bipartidismo se acabe. La verdad es que ha habido bastante corrupción, a lo tonto no nos hemos dado cuenta y ahora están saliendo una cantidad de cosas feas, horribles.
Ha demostrado siempre un interés en que la moda sea sostenible.
A mí me entusiasma el tema del medio ambiente, me ha gustado desde siempre, es una obsesión en mi vida. Creo que lo tenemos que cuidar entre todos y lo más importante es que nuestra creatividad vaya hacia ahí, porque ese es el futuro. Por ejemplo, el hecho de que aquí en Barranquilla abráis el camino del río, eso va a cambiar muchísimo la vida de la gente. Te digo que yo soy feliz en América Latina, me la paso bomba, pero es verdad que cuando pasas aquí muchos días, te das cuenta de que no andas (caminas). Yo en España ando bastante, lo mismo en Nueva York y en París, y aquí, en América Latina, se anda poco. Pero si te hacen un paseo al lado del río, primero la ciudad mejora muchísimo y luego la salud de la gente. Es muy importante todo lo que sea para ayudar al medio ambiente, es fundamental, y es lo más moderno. Yo soy ecologista hace mil años porque mi abuelo lo era, tenía un respeto increíble por los árboles que yo he heredado. Hacia allá tenemos que ir todos.
¿Qué opina de la relación entre las celebridades y la moda?
Se ha dado cuenta la gente de que hay mucho afán de imitación. La gente está pendiente de que si se lo ha puesto no sé quién, y al final todo es se vuelve algo bastante artificial porque se lo han puesto, porque le han pagado... A mí me parece que no tenemos que ser tan mitómanos, hay una obsesión por eso. Yo intento no serlo. Por ejemplo, me acuerdo el día, tenía yo como veintipocos, me dijeron 'vas a cenar con Gabriel García Márquez'. Por poco me muero, no me lo podía creer. Y luego cené con él y encontré que sus libros eran mejores que él, según me pareció a mí. Al final lo bonito es leer sus libros que son infinitamente maravillosos. No hay que imaginarse que porque ha escrito el mejor libro del mundo, sea el mejor del mundo.
¿Qué consejo les da a los jóvenes diseñadores?
Creo que en Latinoamérica hay mucho talento, muchísimas ganas, la gente está echándole muchas ganas a la moda, y lo primero que tenemos que pensar es que aquí de lo que se trata es que este trabajo es maravilloso, y ya es un premio enorme el pasarte ocho, diez, doce, catorce horas al día entretenido y divertido. Cuando yo empecé, durante muchos años no pensaba en el dinero, pero ahora se piensa demasiado. Creo que hay que pensar en qué bonito es hacer lo que te gusta.