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El chimpancé es una especie amenazada, pero no solo en su ecosistema natural; la caza furtiva para su uso en espectáculos o como mascotas pueden conducir a los ejemplares de esta especie a sufrir trastornos mentales graves, según un estudio de la primatóloga española Yulán Úbeda.

La científica trabajó con la Fundación Mona, un centro para la rehabilitación de simios víctimas de maltrato como artistas de circo o televisión, modelos de publicidad o mascotas, donde analizó el comportamiento de 23 chimpancés que habían vivido varios años en cautividad.

Úbeda llegó a la conclusión de que pueden sufrir hasta nueve enfermedades mentales distintas, entre las que se encuentran el estrés postraumático, la depresión o la ansiedad.

Sin embargo, aquellos ejemplares que han vivido en libertad tienen menos probabilidad de sufrir este tipo de dolencias, en ese caso asociadas a situaciones traumáticas más concretas como la pérdida parental o la jerarquía social de la manada.

Este primate está calificado como especie en peligro dentro de la Lista Roja que la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) elabora periódicamente para describir las amenazas para animales y plantas de todo el mundo.