En un hecho sin precedentes, y tras varias horas de grabación, los guardaparques del Parque Nacional Natural Gorgona lograron un registro único del proceso de cortejo y fecundación de la rana Epipedobates boulengeri. Un anfibio que vive en bosques húmedos tropicales de la región del pacífico colombiano.
Los protagonistas: una pareja juvenil de esta especie.
En el parque se encuentra una abundante población de esta especie, donde es posible encontrar muchos individuos saltando entre la hojarasca del bosque que hace ya 35 años, se encuentra en estado de recuperación.
Para observar la vida de una rana hay que ser pacientes, así fue posible, después de varias semanas de seguimientos cuidadosos, observar a un macho cantar y atraer a una hembra.
Los machos son pacientes y cantan prolongadamente a lo largo del día, hasta que alguno de esos días logra capturar la atención de una hembra y cuando lo hace, no duda en guiarla a un lugar entre la hojarasca, para que la hembra deposita de forma segura los huevos.
Una vez que los huevos están en la hojarasca el macho suelta el esperma y los fecunda.
Los machos se hacen cargo de las crías y cargan en el dorso los renacuajos hasta encontrar un lugar seguro en un cuerpo de agua donde pueda depositarlos.
En este caso al ser la fecundación externa, el macho se responsabiliza de las crías, ellas dependen de él para estar a salvo, ya que la hembra solo deposita los huevos y se marcha.
Cuando los huevos se fecundan, pasan días y se desarrollan renacuajos, estos se adhieren al dorso de su padre hasta que los deposita en plantas como las bromelias, donde hay la suficiente cantidad de agua para que ocurra su metamorfosis y sean nuevas ranas adaptadas a la vida terrestre.