El equipo de Ozone Watch ha informado que un análisis de las observaciones satelitales, los científicos han descubierto que los niveles de ozono estratosférico alcanzaron su punto más bajo, con 205 unidades Dobson (unidad de medida para el ozono total) el pasado mes de marzo de 2020.
La NASA ha explicado que si bien estas bajas concentraciones de ozono son inusuales, no tienen precedentes. A modo de comparación, el valor de ozono más bajo observado sobre el Ártico en una medida típica es de al menos 240 unidades Dobson.
Ozone Watch explica que el ozono es un gas incoloro, que químicamente es muy activo y reacciona fácilmente con muchas otras sustancias.
Cerca de la superficie de la Tierra, añade, esas reacciones hacen que, por el ejemplo, el caucho se agriete, maltrate la vida de las plantas, los animales y dañe los tejidos pulmonares de las personas.
Pero el ozono también absorbe componentes dañinos de la luz solar, conocidos como ultravioleta B o 'UV-B'.
El ozono de la troposfera es también un factor relevante respecto al cambio climático. Se calcula que el ozono troposférico añade un 16 % al efecto total de calentamiento provocado por los principales gases antropogénicos con efecto invernadero emitidos.