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Desde mediados de julio, un dron equipado con micrófonos submarinos para grabar los sonidos emitidos por los cachalotes navega frente al puerto francés de Toulon. Gracias a Sphyrna, los científicos esperan descifrar los movimientos de esta especie en peligro de extinción para protegerla mejor.

Un 'bip' suena a intervalos regulares y luego se acelera. Detrás de las oscilaciones que aparecen en su computadora, Hervé Glotin, investigador en bioacústica de la Universidad de Toulon, no oculta su sorpresa al escuchar tan claramente gracias al dron el paso de un cachalote grabado frente al puerto.

El mamífero, casi invisible, pasa más del 95% de su tiempo bajo el agua a más de 1.000 metros de profundidad en la oscuridad total. El estudio acústico es la mejor manera de conocerlo.

Por lo general, estas grabaciones son realizadas gracias a boyas que deambulan en los océanos o a dispositivos instalados en grandes barcos. El problema es que estos estudios se realizan en un punto fijo y cambian el comportamiento del animal.

Sphyrna, controlado a distancia, puede en cambio seguir a los cachalotes durante horas en las profundidades y capturar sonidos con sus cinco micrófonos submarinos en un radio de 10 km y una profundidad de 2.000 metros. Actúa como un 'explorador', señala el científico.

El dron, similar a una canoa, es relativamente pequeño - 17 metros de largo y 4 de ancho - y pesa apenas más de una tonelada gracias a sus cascos de fibra de carbono. Es también bastante estable gracias a sus formas asimétricas, resume su diseñador Fabien de Varenne, director de la 'start-up' Sea Proven.