Compartir:

El video de un caballo de pelaje gris, de aproximadamente tres años, tirado en una vía de Barranquilla relinchando de dolor, debido a una fractura, se hizo viral esta semana en las redes sociales.

'Varias personas en redes sociales denunciaron el hecho como maltrato animal y después de verificar varios videos grabados por la ciudadanía nos dimos cuenta de que se trató de un accidente', señala el intendente Ever González, jefe de la Policía Ambiental.

El uniformado explica que el hecho se presentó, debido a que el equino metió su pata delantera izquierda en un hueco de más o menos 15 centímetros de diámetro que se encontraba en la vía y que debía tener una tapa metálica cubriéndolo. Esta tapa, dice el intendente, pudo haber sido hurtada para venderla en chatarrerías o movida de su lugar por las fuertes lluvias de los últimos días.

Por otro lado, asegura que antes del accidente el caballo no llevaba carga y se encontraba físicamente en buenas condiciones. 'No estaba desnutrido ni con fatiga como se mencionó en las diferentes publicaciones'.

La lesión fue considerada como 'irreparable' por los veterinarios que asistieron, y fueron ellos quienes decidieron aplicarle la eutanasia por compasión.

'Los equinos no tienen en Colombia otra opción cuando se trata de una lesión en una de sus extremidades y casi siempre los veterinarios toman la determinación de aplicarle la eutanasia por compasión'.

El intendente González explica que luego del accidente, dos jóvenes subieron al caballo a otro vehículo de tracción animal (VTA), según la comunidad, hacia Rebolo. El suboficial manifiesta que se logró evitar que llevaran al equino hacia un lugar desconocido con el fin de prevenir un posible caso de comercialización ilegal de carne y por ello decidieron trasladarlo hacia el Jardín Botánico, en el barrio La Victoria, donde el animal fue valorado por un veterinario que tomó la determinación de aplicarle la eutanasia por compasión. Luego, la empresa Triple A se encargó de recolectar el cuerpo y darle el debido tratamiento.

Sobre la judicialización del o los responsables, el intendente Ever González dice que no hubo necesidad porque fue un 'accidente' y no había indicios de maltrato.

Thom Nasseri, líder de la fundación animal Colitas Callejeras, se encargó de documentar el hecho y de acompañar al animal hasta el final.

'Uno de los voluntarios de la fundación que vive en el barrio San Felipe se dio cuenta del incidente y al acercarse llamó a la Policía porque la comunidad ya estaba lista con cuchillos para sacrificar al caballo. Llegaron a tiempo, a eso de las 10:00 a.m., y se lo llevaron al Jardín Botánico donde se le aplicó la eutanasia', explica.

El animalista considera que el caballo pudo haber sido tratado bajo mejores condiciones antes de su muerte, puesto que en el Jardín Botánico no fue bajado de la carretilla, tenía su cuello colgando y el veterinario no tenía los medicamentos adecuados para realizar el procedimiento.

'Eso no es culpa ni del veterinario, ni de la Policía Ambiental, ni de la fundación. Este es un tema que le competía a Salud Pública, Secretaría de Gobierno y a Barranquilla Verde, entidad que debe regular el trato de estos animales, pero ninguna de estas atendió el llamado del intendente Ever, se pasaban la bola entre ellas'.

No obstante, el animalista manifiesta que fueron escenas muy impactantes porque el caballo sufrió desde las 10:00 a.m. hasta las 4:00 p.m. debido a que los medicamentos que se le estaban suministrando no eran los que el animal requería y fue difícil conseguirlos.

Clemente Fajardo, secretario de Gobierno de la Alcaldía de Barranquilla, expresó su rechazo a este tipo de comportamientos de los seres humanos hacia los animales, 'que no deben ser aceptados bajo ninguna circunstancia' y aclaró que por ser un delito contra un animal, le corresponde a la Policía y a la Fiscalía adelantar las investigaciones y entregar los resultados a la comunidad barranquillera que se mostró muy preocupada después de ver las fotos y videos en redes sociales.