Ayer la violencia paramilitar los desterró y dejó incompletas a muchas familias; hoy, la naturaleza –representada por el río– se ensaña, les quita el sueño y amenaza con desplazarlos a todos.
Los habitantes del corregimiento de Salamina (Magdalena) son resilientes de la violencia armada y de la fuerza de la naturaleza.
Ayer la violencia paramilitar los desterró y dejó incompletas a muchas familias; hoy, la naturaleza –representada por el río– se ensaña, les quita el sueño y amenaza con desplazarlos a todos.