La Zona Bananera se resiste a volver a su pasado sangriento, de abandono y desolación, cuando la violencia paramilitar y guerrillera se peleaban el territorio... y también los muertos.
Era la década de los 90 y la región –la despensa agrícola más importante del Caribe por la fertilidad de su suelo– tuvo que enfrentar, además de los enemigos de pistola, fusil y machete, a otro invencible: la naturaleza.
Varios vendavales profundizaron la crisis de los productores de banano dejando cesantes a cientos de obreros.
Hoy, cuando soplaban aparentes vientos de paz, el miedo renace, y a diferencia de ayer, cuando la muerte llegaba ataviada de camuflado y pasamontañas, hoy se ‘disfraza’ de civil.
Los 11 muertos que dejó en enero esta violencia es el indicador de que la seguridad del territorio zonero está en crisis.
'No queremos repetir la historia del pasado cuando la situación de violencia condujo a abandonar fincas productoras, cuyos propietarios eran perseguidos por la guerrilla, el paramilitarismo y la delincuencia', manifestó el parcelero Jaime Collantes.
Recordó que durante el Gobierno del presidente César Gaviria Trujillo (1990 - 1994) se designó una Consejería Presidencial para la Zona Bananera, para que desarrollara programas de inversión social, pero esta fue reemplazada por la Consejería Presidencial para la Costa Atlántica, en el Gobierno de Ernesto Samper Pizano.