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El plan maestro para la solución al problema de la erosión en Salamina, luego de la socialización de los estudios y diseños, sigue sumando voces de inconformismo. Esta vez es el ganadero Benjamín Santos, quien difiere de algunos conceptos.

A este salaminero raizal le asiste preocupación por el limbo económico en que se encuentra el proyecto y sostiene que un argumento de su duda es que 'se ha perdido mucho tiempo'.

'Los trabajos de control de erosión no se van a realizar de inmediato porque los dineros no están disponibles y en cuatro meses se pierde el tiempo propicio para trabajar durante el verano', precisó.

Señala que la erosión no se va a detener y que en cuatro meses, 'estaría en jaque la cabecera municipal'.