Desde el 14 de noviembre del 2019, cuando el alcalde de Salamina, José Nicolás Díaz Marchena, declaró la calamidad pública y poco después presentó un estudio técnico sobre la solución al problema de la erosión en la franja costera de la vía hacia El Piñón, ha sido 'mucha el agua que ha corrido debajo del puente'.
La expresión resume la preocupación de una comunidad angustiada, que ve transcurrir días, meses y años, sin que el peligro ceda, al contrario, cada día crece a pasos agigantados.
Una intranquilidad que asoma en medio de la búsqueda de soluciones macro que frenen este proceso de socavación que de materializarse inundaría varios municipios y más de 150 mil hectáreas
'No es posible que a estas alturas aún estén diseñando y esperando estudios, cuando desde el 2019 ya se tiene información técnica de lo que hay que hacer', dijo el representante del gremio ganadero de la región, Benjamín Santos.
Por su parte, el personero de Salamina, Carlos Mario de la Cruz, precisó que 'ha pasado el tiempo y es poco lo que se ha avanzado en la mitigación del problema'.
'Ha habido muchos desaciertos en el manejo de la situación, además de las diferencias marcadas que hay entre las entidades comprometidas en la solución', dijo el funcionario.