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Las puertas del Parque Tayrona, una de las reservas naturales más importantes del Caribe, reabrió sus puertas para que los visitantes puedan conectarse con la naturaleza y disfrutar de sus exuberantes paisajes: el imponente mar Caribe y un preservado bosque húmedo y seco tropical, característicos de la región.

'El Tayrona es vida. Se respira aire puro y se mantiene un contacto directo con la naturaleza', fue la reflexión que hizo el turista Adalberto Tapia, quien llegó hace una semana de Cali a Santa Marta en compañía de su familia para disfrutar del parque, reabierto ayer tras ocho meses de cierre por culpa de la Covid-19.

'Es un sueño conocerlo. Íbamos a venir a principios de año, pero se presentó la pandemia y nos alegra porque también se da la reapertura de la economía, un alivio para las personas que viven del turismo', aseguró el caleño.

Laura Velásquez, otra de las turistas, comentó que arribó a la ciudad para descansar y ser una de las primeras en regresar a este territorio místico. Dijo que desde hace dos años no visitaba el Tayrona, por lo que su reapertura 'es un alivio para el alma', tras pasar tantos meses encerrada por culpa de la pandemia.

'Ha sido duro estar encerrados, pero gracias a Dios todo va pasando y podemos disfrutar de lo que nos ofrece el Parque. Nos recomendaron usar tapabocas y el lavado constante de manos para prevenir', comentó la caleña.

El Instituto Distrital de Turismo, Indetur, brindó todo el acompañamiento, en coordinación con Parques y la Policía de Turismo para que la reapertura se hiciera de la mejor manera.

'La intención es ofrecer nuestro destino como un sitio bioseguro y responsable. Hay que mantener el distanciamiento y hemos señalizado la entrada para evitar los tumultos', comentó Derlys Padilla, la funcionaria en la entrada del Zaíno, en la Troncal del Caribe.

Las 12.000 hectáreas terrestres y 3.000 hectáreas marinas que conforman el Tayrona también son una fuente de ingresos para los pobladores que viven a orillas de la Troncal del Caribe y de los operadores turísticos que durante los últimos meses vivieron una cruda realidad ante la falta de trabajo.

Margarita Vargas, miembro de Cabo San Juan Tours, no ocultó su alegría al ver como uno de sus buses con 15 turistas- la capacidad permitida para estos transportes- ingresó a la reserva.

'Es un alivio porque estos meses hemos sufrido mucho. Damos gracias de poder trabajar nuevamente. Estoy contenta porque se reactiva la economía y eso era lo que estábamos esperando', aseguró.

Reveló que estaba ansiosa por la situación, debido a que el pasado 18 de noviembre Parques Nacionales tomó la determinación de cerrar nuevamente las puertas debido a que no había las condiciones climáticas indicadas por el paso de la tormenta Iota por el Caribe.

'Gracias a Dios todo se ha tranquilizado, pero ya pueden los turistas visitarnos. El Tayrona lo es todo mí y mi familia', aseguró.

Jaime García, un visitante de Bucaramanga, señaló que el único problema fue que no reciben pago en efectivo.

'No hubo una clara comunicación con los métodos de pago para la entrada, nosotros trajimos efectivo, pero por protocolos de bioseguridad solo se puede pagar con datáfono para evitar posibles contagios', dijo el visitante.

Parques informó que el aforo permitido para el área es de 3.535 personas. Por el Zaíno está habilitado el ingreso de 2.499 visitantes, por la zona de Palangana 622 y en Bahía Concha y Bonito Gordo el aforo es de 414.

El valor del ingreso al Tayrona depende de la edad y la temporada. Los menores de 25 años cancelan por entrada $18.000; los mayores de 25 pagan $24.000 y extranjeros no residentes en el país $53.500 en temporada baja, además el pago de $5.000 del seguro obligatorio.

En temporada alta los precios van de $20.000 para los menores de 25 años; 28.500 colombianos mayores de 25 y 63.500 extranjeros no residentes en Colombia.