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El hurto recurrente de las tapas de los manholes o de alcantarillas, en Santa Marta, se convierte en un peligro para la salud humana, como en un golpe a las arcas de la Essmar, empresa encargada del manejo y operación de este servicio público.

Las aguas negras se desbordan y se unen con las aguas pluviales, constituyendo una amenaza directa al ambiente y convirtiéndose en problema de salud pública.

Mientras desde diferentes puntos geográficos de la ciudad se presentan quejas por la falta de tapas que se convierten en 'trampas humanas', la empresa cuestiona la falta de conciencia social, pues no todos tienen sentido de pertenencia para oponerse a estos robos, como tampoco a denunciar a quienes los cometen.

Lo cierto es que este delito le cuesta millones de pesos a la Essmar pues solamente en lo que va transcurrido del año ha tenido que gastar $56 millones 840 mil en la reposición de las tapas, esto en solo 58.

Según Nicanor Vega Maestre, Subgerente de Acueducto de Alcantarillado de la Essmar E.S.P, este valor no contabiliza las rejillas pluviales ni las tapas de registros o de contadores. Destacó que están pendiente por instalar 25 tapas más.

Reponer una tapa tiene un costo de $980 mil pesos.

El centro es la zona más vulnerable, al igual que barrios como Santa Catalina, María Eugenia, Los Alcázares, Las Américas, Villa Marbella y La Quemada, en Gaira.

El mes donde más tapas fueron instaladas es agosto (14) siguiéndole febrero (10).

Denunciar

En Santa Marta, hay aproximadamente 10 mil tapas de manholes de las cuales algunas terminan en las llamadas 'chiveras', depósitos de compra de elementos reciclables.

'Quienes reciben estos hierros en las ‘chiveras’ son tan responsables del delito como quienes los cometen', aseguró Matías Santander, morador del barrio Villas de Alejandría, en donde un manhol está descubierto hace más de 2 meses.

'Invitamos a la comunidad para que sean garantes y denunciantes cuando vean estos actos de vandalismo a la infraestructura de todos nosotros de lo público', reiteró Nicanor Vega.

Agregó que 'al nosotros como comunidad permitir y no denunciar estos actos, ayudamos a que esto se prolifere y siga en aumento'.

'Por esto los invito a denunciar estos actos a la línea 116 para tomar las medidas correspondiente y denunciar ante las entidades competentes estos delitos', precisó Vega.