Las heroicas acciones de un intendente, de apellido Páez, y un patrullero de apellido Arrieta, integrantes de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana de Santa Marta, evitaron que una mujer se arrojara desde el viaducto de la Troncal del Caribe sobre la línea del tren, en jurisdicción del municipio de Ciénaga, Magdalena.
La mujer, identificada como Mariel Ariza, de 33 años, sobrepasó la baranda del puente desesperada y se paró sobre la viga, con la clara intención de atentar contra su integridad pues, al parecer, no tenía como alimentar a sus tres hijos, de 12, 8 y 6 años, cuando fue divisada por los uniformados que fueron avisados por el conductor de un camión.
Al verlos llegar, la agobiada madre comenzó a gritar: 'A mí nadie me quiere, me quiero morir', pero los patrulleros entablaron conversación con ella para calmarla, mientras recortaban la distancia tratando de no hacer movimientos bruscos que la alertaran y se arrojara al vacío.
Y fue así, que en un rápido movimiento los uniformados agarraron a la mujer con fuerza, tirando de ella hacia el lado del puente sana y salva.
De acuerdo con los patrulleros de la Policía de Tránsito y Transporte, la mujer se lamentaba por su precaria, aseverando que tenía muchos problemas económicos y familiares, pues era madre soltera y no tenía trabajo.
Tras haberla asegurado, Ariza fue valorada en la unidad de urgencias del Hospital San Cristóbal de Ciénaga, donde los galenos manifestaron que por lo que se podría observar era una paciente con problemas psiquiátricos, por lo que fue trasladada al hospital Julio Méndez Barreneche, en Santa Marta, donde no la recibieron.
Finalmente, Mariel Ariza fue aceptada en la clínica Insecar, también en la capital del Magdalena, donde quedó internada bajo tratamiento.