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No hubo tiempo de nada. La fuerza de la naturaleza hizo estragos en las calles de los barrios Las Malvinas y Abajo del corregimiento de Riofrío, en la Zona Bananera. El desbordamiento del río Frío dejó por lo menos mil personas damnificadas, que ahora empezarán de cero para reconstruir lo que el agua se llevó.

Con el agua a la altura de la rodilla se despertaron los habitantes de esa localidad bananera, quienes sufrieron la fuerza de una avalancha que, según algunos residentes, no ocurría desde hace 50 años.

Álvaro Herrera Ariza, trabajador de una finca de la Zona, recuerda que ya había pasado por una emergencia similar, pero con daños menores.

'Yo ya me he inundado, pero como lo del lunes no hay comparación. Perdí todo. Yo estaba trabajando cuando me alertaron que el río se había desbordado. Me vine corriendo para salvar a mis hijas y mi esposa', recuerda Herrera en medio de un charco de lodo y enseres dañados.

La presión del agua fue tremenda. Asegura que llegó a superar el metro y medio de altura y temía que la presión no lo dejara salir de su vivienda.

'Las paredes del patio se cayeron. El miedo que tenía era que el agua subiera más, por lo que dejé todo así', manifestó.

Arelys Cantillo vivió un drama peor. Su desesperación se produjo cuando sus vecinos les notificaron que el agua se metió en su casa y no tenía información sobre sus hijos. 'Estaba llorando. Venía corriendo desde la finca donde laboro y preguntando por mis hijos, pero ellos se salvaron', contó.

En su casa, en el barrio Las Malvinas, viven tres familias y con esfuerzo había conseguido 25 bolsas de cemento para terminar de construir otros cuartos y arreglar su fachada.

'Ahora todo eso se perdió. Se cayó una pared, pedimos la solidaridad de la ciudadanía y a las autoridades que hagan algo para que no se repita'.

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Juan Jimeno estaba en una finca cuando comenzó la lluvia al mediodía del lunes. El agua caía con presión, pero el obrero seguía con sus labores.

'Eran como las 3:00 p.m. cuando me fueron a avisar y yo no lo creía, al llegar salvé a mi familia y mi televisor', narró el damnificado.

Jimeno reflexiona sobre la tragedia que hace una década ocurrió en la Zona y en la que pudo asegurar sus muebles. 'La pasada tuvimos tiempo de algo, pero esta fue súbita'.

Hace 20 años que Manuel Cáceres, de 60, reside en la zona pero indicó que esta emergencia fue 'bárbara'.

'No tiene comparación. En la otra creciente llovió fuerte y escampó, luego se metió el río, pero en esta fue una avalancha que dejó mucho lodo. El agua llegó arriba, tuvimos que subir los enseres en las paredes', dijo.

A Rubert Pérez, su vecino, lo primero que se le vino a su cabeza fue proteger a sus gemelos de siete meses. 'Son la luz de mis ojos y temí lo peor cuando me avisaron'.

'La mayoría de las personas estábamos trabajando y cuando quisimos llegar todo fue en vano. Se perdió todas las cosas de los bebe, tuvimos que hacer de todo para sacarlos. Como pude subí las cosas el techo, como la nevera y los colchones, para que no se dañaran', recordó el labriego.

Organismos de socorro como Defensoría del Pueblo, Defensa Civil, Bomberos y Policía Nacional recorrieron la zona de la emergencia. El panorama era desalentador: colchones, muebles, sillas y mucho lodo, fue la huella de la creciente súbita.

Las familias afectadas ‘agradecen’ que todo esto ocurrió en el día, porque en la noche los estragos hubiesen sido peor.

'Ahora nos toca empezar de nuevo, juntos como una familia. Lo material se recupera, con mucho tiempo, pero se recupera', insistió Manuel Cáceres mientras termina de limpiar el barro de su vivienda.

Calamidad pública

El alcalde de la Zona Bananera, Holmes Echeverría, declaró la calamidad pública después del desbordamiento del río Frío, emergencia que afectó a mil personas en el corregimiento del mismo nombre.

'Tenemos más de mil personas damnificadas. Es triste y doloroso ver a la gente con sus casas destruidas. Hace 60 años no ocurría algo como esto', dijo el mandatario, durante un recorrido acompañado por funcionarios y personal de la Policía Nacional.

Explicó que los colegios públicos están siendo usados como albergues para las familias que necesiten resguardo.

'Estamos atendiendo niños con apoyo del Hospital, con médicos, hay agua, estamos unidos, Zona Bananera es una sola voz y pedimos el apoyo de todas las personas', insistió el mandatario.

El alcalde Echeverría explicó que el río tiene cinco boquetes y están buscando la forma de taparlo porque 'si vuelve a llover la ciudadanía está en peligro'.

Pidió a la gobernadora Rosa Cotes que declare también la calamidad pública para auxiliar a los damnificados.