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Aneta Elwiara Ernest, ciudadana Suiza, de 48 años, insiste desde hace cinco días en que su esposo y su hijo llegarán a Santa Marta, procedentes del país europeo, pero mientras tanto, desorientada y sin rumbo, pernocta en el aeropuerto Simón Bolívar.

Su situación llama la atención de los empleados de la terminal, quienes no han tenido reparos en dejarla que permanezca en las instalaciones y que duerma en el malecón vigilada por personal de seguridad.

Lo cierto es que no reviste peligro alguno y su apariencia física denota que es una mujer con sus sentidos en orden.

El secretario de seguridad y convivencia del Distrito, Camilo George Díaz, manifestó que la oficina de la Mujer y Equidad de la ciudad con el apoyo de esa misma dependencia, pero en el departamento, se pusieron al frente de la situación.

'Es una mujer con estatus de migración en orden, no tuvo problemas para ingresar al país, lo único raro es que no tiene a nadie aquí', dijo el funcionario, no sin antes anotar que 'enfatiza en que está esperando a sus familiares'.

Aneta ha recibido ayuda de particulares que se le acercan al puerto aéreo ´para expresarle su solidaridad. En sus expresiones se le nota la tristeza y la angustia por la prolongada ausencia de su esposo y su hijo de quienes dice 'ellos vienen'.

'No habla ni pizca de español, pero nosotros, los que no sabemos inglés, le entendemos con señas y de igual manera le metemos conversación', dijo Alonso Luque, un taxista adscrito a la terminal.

Gloria Latorre, jefa de la oficina de la mujer en el Distrito, manifestó que 'fue valorada en el Hospital Central ‘Julio Méndez Barreneche’, en donde se verificó su estado de salud integral, pero de manera especial el que tiene relación con lo mental'.

Comentó que en esto último el diagnóstico fue óptimo por lo que Migración Colombia y las autoridades que la acompañan, la trasladaron nuevamente al aeropuerto pues dice que está a la espera de la llegada de sus seres queridos.

La funcionaria dijo que, aunque ella ha pedido que no la ayuden pues dice tener recursos con qué sostenerse, le siguen brindando acompañamiento.

Su pasaporte está en regla y establece que su estancia en Colombia tiene vigencia hasta el 11 de julio próximo.

'A la extranjera se le nota mucha tristeza y por eso intentamos suavizarle su situación, pero el poco entendimiento con ella nos coloca una barrera', anotó Samuel Duque, un samario que conoció la historia tras llegar en un vuelo desde Bogotá, habiendo optado por visitarla con frecuencia.

La Embajada Suiza reporta que la mujer no registra familiares en Colombia y que no hay denuncio de su desaparición.