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Los habitantes de Tenerife apenas se sobreponen del susto que les produjo el vendaval que acompañado de fuerte lluvia y granizo, el domingo por la tarde, destechó más de 500 casas, derribó paredes, árboles y dejó un muerto y 17 heridos, entre ellos 6 niños.

La urgencia para la consecución de recursos para aliviar la pena que embarga a los afectados, llevó al Gobierno municipal, en cabeza del alcalde Jorge Mercado Botero, a declarar la calamidad pública.

'Solo hasta ahora es que estamos dimensionando los daños. Esto fue sorpresivo', manifestó el comerciante Álvaro Beltrán, quien agregó que 'hacía rato no llovía y menos que cayera tanto granizo'.

Fueron aproximadamente 30 las viviendas que quedaron totalmente destruidas, otras quedaron en pie pero no aptas para habitarlas, algunas solo perdieron partes del techo y las paredes de los patios.

Una de las viviendas que sufrió daños materiales fue la de la mamá del alcalde, ubicada en el barrio Los Almendros. Los otros sectores donde tuvo mayor incidencia este evento de la naturaleza fueron Villa Mary, 18 de Febrero, 26 de Enero, Nueva Esperanza, Pueblo Nuevo, el Centro y Simón Bolívar.

El número de familias afectadas es de 1.100, debido a que son numerosos los casos en que en una sola viven dos y tres grupos.

Sitios afectados

Entre las edificaciones afectadas está la colonial iglesia San Sebastián, símbolo de la fe católica en la ribera del Magdalena, erigida a monumento nacional. Esta parroquia mira al Magdalena y es un bello lugar para observar los atardeceres que se forman en el firmamento, al otro lado del río Magdalena, detrás de los Montes de María.

Es una de las iglesias mayormente visitadas por turistas –muchos de ellos extranjeros– durante la Semana Santa.

Igualmente se presentaron daños en las instituciones educativas Simón Bolívar y María Auxiliadora. A la primera se le cayó el paraninfo y a la segunda dos aulas y el laboratorio. El Parque de La Independencia también registró daños estructurales.

El alcalde Jorge Mercado reportó que su administración sufragará los gastos por arriendo que durante tres meses se les dará a las familias que quedaron literalmente en la calle. También costeará la recolección de árboles y levantamiento de paredes.

Se espera el compromiso del Gobierno nacional a través de la Dirección de Gestión del Riesgo y Desastres, a la que se le enviará el censo oficial de los daños causados por las brisas huracanadas del domingo.

La víctima

La única persona muerta por causa de este hecho fue Nelson Mercado Beltrán, de 26 años, un comerciante de pescado que estaba en su casa de la urbanización Villa Mary, cuando se presentó el vendaval.

Dicen sus vecinos que las paredes se cayeron quedando su cuerpo debajo de los escombros.

Es hijo de un conocido dirigente comunal de esa población y tiene parentesco familiar con el alcalde municipal Jorge Mercado Botero. Los heridos, 17 en total, se encuentran todos fuera de peligro tras haber sido atendidos en la ESE municipal.

Un hecho similar al ocurrido el pasado domingo se registró hace 40 años para el mismo mes. En esa ocasión el pueblo quedó semidestruido.

Tenerife es una población de 14 mil habitantes, de los cuales 7.000 están en la cabecera municipal.