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La ira de un grupo de ciudadanos de Pivijay, a raíz de la muerte de una mujer a manos de su ex marido, generó una asonada en la que la estación de Policía resultó afectada.

El hecho se registró en momentos en que los dolientes reclamaban ante las autoridades justicia.

La gente intentó sacar a la fuerza al presunto asesino, retenido en la estación.

Las personas amontonadas querían hacer justicia por sus propias manos.

Este enfrentamiento generó pánico entre la comunidad. Hubo explosiones, gritos y golpes.

Las autoridades informaron que tiraron gases lacrimógenos para disipar la revuelta.

Se conoció que en medio de la manifestación, 38 detenidos en la estación policial se escaparon.

La alcaldía decretó toque de queda en el pueblo para evitar más alteración del orden público.

El motivo de la asonada fue la muerte de una mujer de 24 años, el pasado 5 de febrero en el barrio San José, a manos de su compañero sentimental.