La muerte del general Manuel José Bonett Locarno ha sido sentida en los círculos sociales y políticos del Magdalena.
Además de su condición de hijo de este Departamento (nació en Ciénaga) se le recuerda por haber regido los destinos de este ente territorial, pues en diciembre del 2010 por designación presidencial fue Gobernador.
Lo anterior en razón a la crisis político administrativa que vivía el Magdalena por la suspensión del titular de la administración pública, Omar Diazgranados Velásquez.
También es recordado en Santa Marta por un hecho particular y es que siendo comandante de las Fuerzas Militares, estuvo a punto de morir en un atentado con bombas y balas perpetrado en la subida al cerro Ziruma, entre El Rodadero y la Primera División del Ejército.
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Eso fue en octubre del año 1997, hecho en el que un civil, que iba en su carro detrás del automóvil blindado donde se movilizaba el General, falleció.
El presidente de la asamblea del Magdalena, Alex Velásquez Alzamora, rememora el día que ante los medios de comunicación de Santa Marta, en su calidad de gobernador, dijo que 'los diputados parece que estuvieran enfermos porque se la pasan pidiendo hospitales'.
'Su declaración no fue de buen recibo por nosotros, pero después subsanamos el impase y contó con el apoyo de la Duma', dijo Velásquez quien para la época (2011) era miembro de la asamblea departamental.
Velásquez lo calificó como un excelente hombre de la milicia y símbolo de nuestro Ejército'. 'Como gobernante transitorio del Magdalena no recuerdo un acto para resaltar', señaló.
El alcalde de Ciénaga, Edgardo Pérez, dijo que el fallecimiento del general Boneth, es recibido con especial sentimiento.
'Nos abriga el dolor que deja su ausencia para aquellas personas que tuvimos la oportunidad de gozarlo, conocerlo, escucharlo, aprender de él y ver su trabajo, en el Ejército; pero también quienes lo respetamos por ser consultor y visionario de la política de este país', anotó.
Dijo, además, que el general Bonett es 'el referente que hemos tenido muchos cienagueros, en lo que debe ser un ser humano, en lo que debe ser una persona comprometida con el país y con su Patria chica'.
Su sobrina Ana Margarita Bonett, una de sus admiradoras, le dijo a este medio que su enfermedad fue muy dura. 'El cuerpo ya no daba más y lo mantenían con sedantes'.
Comentó que 'viajaba mucho por sus tratamientos y demostró hasta el final que era un luchador, pero nunca dejó de ser una persona sensata, un maravilloso miembro de familia y un gran ser humano'. 'Deja un gran recuerdo y muchas lecciones', puntualizó.
