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Como si de un largometraje de Hollywood se tratara, 21 ocupantes de un bus que cubría la ruta Barranquilla–Valledupar vivieron momentos de terror y angustia, tras permanecer por casi seis horas retenidos a bordo del automotor, luego que un hombre obligara al conductor a cruzar el vehículo en la Troncal de Oriente, intimidándolo con hacerlos volar con una supuesta carga explosiva que tenía en una maleta.

El cinematográfico suceso ocurrió el viernes a las 8:45 de la noche, en el kilómetro 78 de la mencionada vía en el departamento del Magdalena, en jurisdicción del corregimiento de Santa Rosalía, Zona Bananera.

De acuerdo con lo expresado por el coronel Faber Dávila Giraldo, comandante de la Policía del Magdalena,  Dairo de Jesús Hernández Carrillo, de 28 años, como fue identificado el presunto secuestrador, le pidió al chofer del bus afiliado a la empresa Cootracosta, que diera aviso a las autoridades y les informara de lo que ocurría, por lo que este se comunicó con la línea #767 de la Dirección de Tránsito y Transporte.

'Cuando las patrullas llegan al lugar y verifican la información se tiene un primer contacto con el secuestrador, el cual nos hace unas exigencias iniciales. La primera era la liberación de un hermano, conocido con el alias de ‘Deivi’, el cual se encuentras privado de la libertad tras ser aprehendido en Ciénaga por microtráfico de estupefacientes, y la segunda, ubicar a una mujer en Ciénaga de nombre Abigail, conocida como ‘Abi’, la cual tendría en su poder una memoria USB con información de gran importancia para él', reveló el oficial.

Así mismo, el coronel Dávila afirmó que de inmediato se solicitó la presencia de un grupo negociador del Gaula, que le hicieron creer que se había cumplido su primera petición, lo que permitió que liberara a los cuatro primeros rehenes, dos mujeres y dos menores, además permitió que le pudieran suministrar agua y alimentos a los restantes ocupantes del bus.

'Este tiempo nos permitió aislar el área, analizar la situación y procurar, ante todo, preservar la seguridad y la vida de las personas que continuaban dentro del automotor, logrando poco a poco convencerlo para que fuera liberando a más rehenes', acotó el comandante de la Policía.

Influencia de película

Algo que sorprendió a las autoridades fue toda la preparación que tuvo Hernández Carrillo, quien con frialdad convenció a los demás ocupantes del bus que tenía en realidad materiales explosivos y les mostraba unos cables, que de unirlos los haría volar por los aires.

Igualmente, el secuestrador cerró todas las cortinas del vehículo para que las autoridades no pudieran ver lo que ocurría en su interior, amarrando cables en las puertas del mismo y exigiendo que apagaran las luces de todas las patrullas, asomando solamente su mano con el cableado a través de las cortinas.

'El sujeto parecía seguir un libreto bien preparado, no se dejaba ver la cara y actuaba de manera coherente, incluso intimidó a los pasajeros que dejó bajar para que le dijeran a los uniformados que tenía una barra tipo salchicha y cables detonadores, afirmando de manera recurrente que estaba dispuesto a inmolarse con todos los ocupantes del automotor', relató el coronel Dávila.

Una captura coordinada

Tras lograr que liberara a la mayoría de sus rehenes a las 2:30 de la madrugada de este sábado, la Policía le dijo finalmente a Hernández que no habían podido ubicar a la mujer en Ciénaga, no obstante, pusieron a su disposición un vehículo para llevarlo a buscarla.

'Él pidió un vehículo blindado y que se probara el blindaje en el lugar, pero logramos convencerlo de abordar un bus junto a los últimos cinco pasajeros que tenía retenidos en contra de su voluntad. Cuando se bajó se había cambiado de ropa para tratar de despistar a los patrulleros, pero uno de los rehenes alcanzó a señalarlo, lo que permitió que un equipo táctico del Gaula lo neutralizara con la utilización de armamento no letal, lográndose así su captura y la liberación de los restantes retenidos', acotó el oficial.

En cuanto a los elementos con los que intimidaba a los pasajeros, lograda su aprehensión, un equipo de técnicos antiexplosivos los revisaron, determinando que nada de lo que tenía en la maleta era volátil, ni representaba un peligro para él o los demás pasajeros del bus.

Hernández Carrillo, quien es natural de Guamal (Magdalena), fue trasladado hasta Santa Marta, donde quedó a disposición de la URI de la Fiscalía por el delito de secuestro extorsivo, mientras que las víctimas del hecho aportaron sus relatos y denuncias, junto con los elementos probatorios recopilados por la Policía en su contra.

'Es muy importante destacar las acciones del Gaula que actuó de una manera muy profesional, teniendo siempre en mente la integridad de las víctimas de este secuestro', manifestó el coronel Faber Dávila.