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La Unidad de Guardacostas de Santa Marta durante su patrullaje detectó la presencia de una medusa altamente tóxica denominada Fragata Portuguesa o Calavera portuguesa (Physalia physalis) en aguas de Cabo Tortuga, Playa Salguero y El Rodadero, en la costa sur de Santa Marta.

Informado del hecho Corpamag inició la verificación de la especie y las acciones pertinentes a fin de adoptar entre la comunidad las medidas de precaución en caso de contacto con la especie.

El ente rector del ambiente en el Magdalena reportó en un comunicado que la Fragata Portuguesa es un animal carnívoro marino, familiar de los corales y anémonas, que se caracteriza por su llamativo color púrpura y fucsia. Suele encontrarse en aguas oceánicas cálidas y visita las aguas del Caribe colombiano durante la época seca, con la migración de muchas especies.

'Son reconocidas por su hermosura y potencial toxicidad ya que su estrategia de defensa y alimentación involucra captura de presas a través de sus tentáculos que pueden llegar a medir 10 metros aproximadamente, los cuales están provistos de células urticantes que se liberan y se adhieren a la piel y puede inyectar una toxina proteínica que puede paralizar a un pez grande y afectar seriamente al ser humano', explicó la entidad.

Efecto en los humanos

Señala el reporte que en el humano los síntomas que se presentan al entrar en contacto con la medusa es sensación de quemadura extrema en la piel, taquicardia, náuseas, daños en el sistema nervioso y espasmos en las extremidades

Teniendo en cuenta su alta toxicidad, la Corporación recomendó a los bañistas 'no tocar sus tentáculos, así crea que está muerta'.

Igualmente abstenerse de nadar cerca de ella, no frotar o rascar la piel, caminar en la arena usando ropa y zapatos, no utilizar vinagre para tratar la zona afectada y acudir inmediatamente al centro médico más cercano en caso de hacerse el contacto.

Se indicó que los depredadores naturales de las fragatas son las tortugas marinas, especialmente la boba (Caretta caretta) y la carey (Eretmochelys imbricata), ya que su piel es demasiado gruesa para que el veneno de la picadura le afecte. 'Lamentablemente la presión local que sufren estas tortugas por la cacería y el consumo, hace que exista un incremento en las poblaciones de fragatas ya que se disminuye su depredador natural', precisa Corpamag.