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Con una torta de 13 pisos los cienagueros celebraron -el 30 de noviembre de 2016- los años en construcción del mercado, el cual fue entregado en diciembre del 2017, justo cuando ya se le daba el calificativo de ‘elefante blanco’. Durante ese lapso los vendedores que ocupaban el espacio público reclamaron la obra, pero ahora que la tienen, paradójicamente muchos no la quieren utilizar.

Para el gobierno local lo que está ocurriendo no tiene razón de ser y no se justifica con los esfuerzos que se hicieron para satisfacer la necesidad de los comerciantes y de la ciudadanía. 'Lo pidieron, hubo protestas y ahora parece que no lo quieren', dijo Salvador Guzmán, vecino del lugar.

La titular de la cartera política del municipio, Lourdes Peña, no comprende la posición de algunos usuarios y señala que están pidiendo cosas que no se pueden conceder, por ejemplo, que se les permita en el espacio asignado un lugar para un cuatro neveras o que se les de el ‘plan semilla’ (herramientas) antes de pasarse para el edificio. 'Cada uno está pidiendo por su lado y eso no es justo', dijo la funcionaria.

A la fecha se han trasladado a la edificación aproximadamente 200 comerciantes de un total de 608 cuyos espacios de ventas están debidamente asignados.

'Son locales muy pequeños, además hace falta más seguridad', fue el argumento de Jesús Salomón, uno de los comerciantes.

En diciembre los vendedores debieron desocupar las calles aledañas y trasladarse al edificio, pero a través de un derecho de petición solicitaron un compás de espera para hacerlo a aducir que 'ese mes representa una temporada de ingresos significativos'.

Desalojo

El inspector Wilmer de la Hoz, quien lidera el proceso de recuperación del espacio público, recalcó que 'el mercado es para pequeños comerciantes'. De esta forma explica que no se puede aceptar a quienes pese a ser informales tienen negocios de gran tamaño.

Además anotó que 'el término de 48 horas para que voluntariamente los vendedores se muden, establecido en la audiencia pública celebrada el 9 de enero pasado, venció, por tanto, la Administración municipal queda en libertad de realizar diligencia de restitución del espacio público, si es necesario con la fuerza publica'.

La puesta en funcionamiento del mercado conlleva a la recuperación del espacio público en las calles 18 y 19; la carrera 6 y la zona aledaña a la carretera (troncal del Caribe) entre carreras 5 y 8.

La inversión en esta obra fue de $15.654 millones, incluyendo el valor de la interventoría en cada proceso contractual distribuido en cada una de las administraciones municipales.

La no terminación del edificio, cuya construcción se inició en el 2004, generó el aumento de vendedores por las principales calles y carreras del municipio, ocasionando un crecimiento incontrolable y desorganizado en el comercio, sobre todo desde las inmediaciones del centro de abastos hasta la calle 17 entre carreras 10 y 21, afectando además la carrera 11 hasta llegar a la Plaza del Centenario.