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Cansados de la ‘ola’ de inseguridad y por el asesinato reciente del su compañero Diego Meza Franco, de 22 años (el sexto en el año), cerca de 2.000 taxistas de Santa Marta, protestaron en caravana por los principales corredores viales de la ciudad. Aseguran que no hay garantías para trabajar con tranquilidad y confianza.

Al unísono reclamaron justicia, protección y respeto por la vida, pero igualmente, mano fuerte para quienes supuestamente surgen como presuntos autores de los últimos tres asesinatos: delincuentes venezolanos.

'Es un llamado a las autoridades competentes a que cumplan cabalmente con su misión puesto que la inseguridad no se les puede salir de las manos y la delincuencia no puede salirse con la suya', dijo Yorley Oses, el vocero.

Agregó que 'se necesita un plan de acción inmediato y una estrategia que garantice respeto la vida de quienes salimos a trabajar todos los días'.

Los choferes se citaron en tres puntos claves de la ciudad: la bomba Zuca, la estatua de El Pibe Valderrama y el Rapimercar de la Troncal del Caribe. Desde allí la ‘ola amarilla’ llegó a la sede de Migración Colombia, al edificio de la Alcaldía y al comando de la Policía Metropolitana para exigir justicia.

'Los taxistas necesitamos garantías para poder ejercer nuestra labor. ¡No más impunidad!', se leía en uno de los carteles.

Atraco en la madrugada

A las 6:40 a.m. de la madrugada de este martes, se produjo el hecho que fue la ‘gota que rebosó la copa’. El taxista Diego Alfonso López Amaya, residente en el barrio Ciudad Equidad, en el oriente de esta capital, fue víctima de un nuevo hurto. Los delincuentes se llevaron $400.000 en efectivo, el radio de comunicación y dos GPS.

El incidente ocurrió en la calle 116 con carrera 12, en momentos en que tres sujetos, Yoser Adith Cañas Quevedo, de 25 años, natural de Cartagena, David Noel Fajardo y un tal Luis David, le pidieron que los llevara hasta el barrio Pescaíto, en el norte de Santa Marta.

Luego de embarcarse en el vehículo, los sujetos le partieron una botella en la cabeza de López Amaya, quien prefirió lanzarse del carro y alertar a la comunidad del robo.

Una patrulla que pasaba por el sector logró la aprehensión de dos de los sujetos, mientras que un tercero huyó. Los detenidos (Cañas y Fajardo) fueron trasladados hasta la sede de la Fiscalía para su judicialización.

Mientras que los taxistas protestaban, en el cementerio Jardines de Paz se cumplió el sepelio de Diego Meza Franco, quien fue asaltado y baleado en la noche del 24 de diciembre en el barrio Cristo Rey.