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El cierre del Parque Tayrona, entre el 28 de enero y el 28 de febrero del 2018, ha generado la reacción de un sector de los gremios del turismo, especialmente hoteleros, guías y agencias de viajes, quienes consideran que se lesiona sus intereses económicos y de supervivencia.

La medida por el momento no tiene reversa y se toma con el objetivo de darle un descanso a esta reserva natural, producir la restauración de los diferentes ecosistemas del área protegida y permitir a los indígenas realizar los procesos culturales de limpieza, sanación y protección ambiental y espiritual.

Aunque dejan claro que respetan la decisión tomada por la Unidad Nacional de Parques en concertación con los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, los sectores inconformes precisan que igualmente la determinación debiera ser consultada con ellos.

La empresaria hotelera Eliana Atuesta sostuvo que en el caso particular ha tenido que cancelar reservas diligenciadas para enero y febrero del año entrante. Su establecimiento, La Brisa Loca, es receptora de turistas internacionales, que son precisamente quienes más atraídos se sienten por el Parque Tayrona.

'Genera un impacto que es lesivo, pues para los turistas extranjeros el gancho es este lugar', comentó.

A su turno Omar García, presidente ejecutivo de Cotelco, capítulo Magdalena, anotó que aunque 'se respeta y se acata la decisión, no hay que negar que golpea la economía'.

El dirigente gremial dijo que en enero y febrero vienen muchos turistas del Cono Sur, especialmente de Chile y Argentina, por lo que la época de cierre podría ser en mayo.