Los moradores de Taganga amanecieron conmocionados por el asalto que seis hombres armados y disfrazados con pelucas y tapabocas, perpetraron en playa Rosita, una ensenada distante a 10 minutos en lancha desde el camellón. En la misma acción violaron a una turista oriunda de Estados Unidos.
Las víctimas fueron ocho extranjeros: tres argentinos, dos españoles, uno español, un francés, un belga, la norteamericana y cuatro colombianos, a quienes despojaron de dinero, algunas prendas no muy costosas y celulares.
El hurto se registró a la 1:50 de la mañana de este viernes. Los malhechores habrían llegado a pie, atravesando los cerros. 'Nos sorprendieron cuando dormíamos', dijo a EL HERALDO uno de los afectados, cuya identidad y rostro pidió reservar.
Consumado el delito, los facinerosos huyeron de la misma forma como llegaron, no sin antes acometer el abuso sexual a la gringa, de 40 años. 'Es la compañera de uno de nosotros', añadió el testigo.
Mientras 11 de los asaltados se dirigían a la URI de la Fiscalía para instaurar la denuncia, la víctima de acceso carnal era conducida a una clínica de la ciudad.
'Nunca imaginamos que algo así nos pudiere suceder y menos que hicieran lo que hicieron con nuestra amiga', lamentó el turista.
Relató que sintieron que los perros ladraron y se asomaron, pero no vieron a nadie, por lo que se despreocuparon. Al cabo rato aparecieron los criminales. 'Nos encañonaron'.
Mochileros
Los forajidos, que harían parte de una estructura criminal que centra su accionar en esta comarca de pescadores, llegaron a la ensenada provistos con armas de fuego y cortopunzantes, reportó el general Gonzalo Londoño Portela, comandante de la Regional 8 de la Policía.
'Los redujeron y los despojaron de dineros y de sus celulares', comentó el oficial.
Los extranjeros estaban en dicha playa porque allí, con trabajos, pagaban su alimentación y hospedaje. 'Son turistas que vienen prácticamente nada más con sus mochilas, sin joyas ni mucho dinero; ellos vienen en turismo ecológico', anotó el jefe regional de la Policía.
Recompensa
El alcalde de Santa Marta, Rafael Alejandro Martínez, anunció una recompensa de hasta $20 millones a quien dé información sobre la identidad y el paradero de los autores del hurto a los cuatro colombianos y los ocho extranjeros.
'Le pedimos a los ciudadanos que si tienen alguna información sobre este terrible caso no las haga saber, es necesario dar con los responsables de estos hechos que atentan contra quienes nos visitan. Les pedimos de forma especial a los tagangueros su colaboración', precisó.
Con el fin de reforzar la seguridad en Taganga y lograr un mayor orden turístico, urbano y de convivencia, la Alcaldía de Santa Marta intervendrá el balneario con apoyo de las autoridades policivas, militares y marítimas.
Tras el asalto a esta playa, al parecer privada, Martínez informó que se revisará la ocupación de las playas y la construcción de muelles, con el objetivo de mirar su legalidad.
La Secretaría de Gobierno de la Alcaldía hará un barrido para revisar cómo operan hoteles, hostales y demás sitios de alojamiento, con el fin de determinar si cuentan con los permisos requeridos para prestar estos servicios.
Censo en playa
El alcalde solicitó al coronel Henry Fernández, comandante encargado de la Policía Metropolitana, subir el rango del oficial a cargo de la estación del corregimiento.
'Solicitamos que el uniformado tenga un mayor grado en la escala policial y nos ayude a reforzar la operatividad en temas de seguridad, además de lograr una mayor confianza de los ciudadanos en sus autoridades', dijo Martínez.
Por otro lado, desde el sector marítimo se hará un censo de lanchas para despejar la playa. 'Con Guardacostas acordamos hacer un censo y determinar de quién son todas las lanchas que están en la playa, pues al terminar ese proceso las que no estén censadas serán retiradas del mar y llevadas a un lote del Distrito', comentó.
Añadió que 'no podemos permitir que esto siga convertido en un cementerio de lanchas'. Igualmente se anunció que habrá un consejo de seguridad en el que se extenderá el decreto de playas, con lo que se busca reglamentar el litoral marino y su conservación.
