Santa Marta. El mar amaneció ayer ‘picado’ en la capital del Magdalena como consecuencia del fuerte y continuo oleaje que se estrellaba contra el camellón de la bahía. Las olas alcanzaron alturas de hasta cuatro metros.
El fenómeno natural en la Región Caribe es consecuencia del descenso de un frente frío que se extiende desde el oeste del mar Caribe hasta el Atlántico Norte.
'Se prevé que este sistema empiece a ser estacionario en las próximas 24 horas', precisó la Dimar en un comunicado.
La Capitanía de Puertos local adoptó las medidas restrictivas a la navegación de embarcaciones menores, en especial en el Parque Nacional Tayrona, y ordenó la instalación de banderas rojas en las playas para prohibir el ingreso de los bañistas. El frente frío llegó a generar aumentos repentinos del viento con velocidades máximas de 28 kilómetros por hora. Pese a la alerta emitida por las autoridades, hubo algunos ciudadanos que se atrevieron a navegar y a bañarse en las turbulentas aguas, tanto de la bahía de Santa Marta como de la de El Rodadero.
En la playa de Los Cocos, al costado sur de la bahía, los pescadores paralizaron sus actividades. 'Estamos atendiendo el llamado de la Capitanía de Puertos, pero es difícil para nosotros porque golpea las ventas', afirmó Carlos Barreneche.
En Cartagena, las autoridades marítimas y de investigaciones oceanográficas le habían advertido a la oficina de Gestión de Riesgos de la Alcaldía Distrital que a partir de ayer lunes se esperaban las mareas más altas del año.
En efecto, desde tempranas horas una fuerte marejada se presentó en la línea costera de esta capital.
El agua se metió a las avenidas que bordean el mar en inmediaciones de la ciudad colonial y en Bocagrande. En este sector turístico se registraron atascos de autos por la gran cantidad de agua de mar que ingresó a las calles y que hacen que el tráfico se restrinja.
En las playas de Crespo y Marbella, por la avenida Santander, entrada de la ciudad por la Vía al Mar, hay pocos ocupantes de las playas. Otros turistas que lucen su vestidos de baño quedaron con los crespos hechos, por cuanto el oleaje es constante y peligroso y las autoridades no dejan que ingresen al mar en estas condiciones.