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El vía crucis comenzó a las 8:00 a.m. Desde las instalaciones de Medicina Legal (carrera 23 calle 53) en Barranquilla partió el cortejo fúnebre que les daría el último adiós simbólico a 33 niños que el pasado 18 de mayo murieron en un trágico accidente que conmocionó al país.

Escoltada por 160 policías, la caravana fúnebre emprendió su recorrido por las calles de Barranquilla en busca del Puente Pumarejo, para comenzar desde allí un recorrido de 135 kilómetros hasta Fundación, el pueblo olvidado que por más de una semana brilló tanto como lo hizo fugazmente Aracataca tras la muerte de su nobel.

A lo largo del camino, los habitantes de los pueblos aledaños salían al paso del cortejo fúnebre y se unían en un mensaje de solidaridad elevando carteleras con mensajes y lamentos para los niños fallecidos.

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En Ciénaga, los pobladores salieron a las calles en pleno sol del mediodía cargados de globos y camisetas blancas en señal de duelo. Ubicados a ambos lados de la Troncal del Caribe, cientos de estudiantes de los colegios del municipio también salieron al paso y se unieron por breves minutos al paso de la caravana.

Tras 6 horas de un lento recorrido, la caravana con los cuerpos de los niños fallecidos arribó a Fundación, donde desde temprano esperaban para el último adiós (ver mapa del trayecto de la caravana fúnebre).