La empresa de transporte Lolaya Ltda suspendió la operación de las tres rutas que tiene autorizadas debido a que los 90 conductores de esta compañía aseguraron que no cuentan con condiciones de seguridad para laborar con normalidad.
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Los conductores decidieron no dar sus nombres debido a que podría representar un riesgo mayor para ellos y sus familias, pero alzaron su voz para exigir condiciones laborales dignas.
Uno de los colaboradores reiteró que se encuentran en paro debido a las amenazas y ataques que han recibido en los últimos días en contra de ellos y de la empresa.
Aseguraron que las autoridades han dado charlas, pero no se han tomado medidas concretas por lo que se encuentran a la espera de indicaciones de los directivos de la empresa para saber cuándo retomarán las labores.
“La verdad es que estamos afrontando una situación bastante difícil hace unos días luego de que a la empresa llegara un panfleto. Entonces nos pusimos todos al pendiente del caso. Pensamos que de pronto no era muy serio, pero al transcurrir los días nos dimos cuenta de que sí es en serio. Primero tiraron piedras a uno de los buses en la misma nevada y este fin de semana que pasó fue un atentado a un compañero de nosotros, el cual se dirigía al taller, y creo que fueron cuatro tiros que le propinaron al vehículo”, añadió.
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Las personas están pidiendo que se garanticen las medidas necesarias para continuar prestando el servicio a las decenas de usuarios que necesitan transportarse diariamente por sus rutas.
“Es preocupante la situación; entonces, tomamos la decisión de no salir a trabajar porque nos vemos en esa obligación, porque sabemos que realmente están expuestas nuestras vidas, y detrás de nosotros hay mucha gente que depende de nosotros. Los directivos de la empresa nos han dado algunas indicaciones, y nos han dicho que el GAULA está pendiente de eso, pero no vemos a nadie acompañándonos”, mencionó.
Los conductores señalaron que a pesar del cese de actividades, los directivos de la empresa no han comunicado ninguna respuesta oficial y tampoco han llegado a las instalaciones de la nevada a hacer seguimiento.
