La eliminación de la violencia de género es una lucha que se viene dando con mucha fuerza entre la sociedad; sin embargo, se hace necesario reforzar las medidas y estrategias –que sean liderados desde los gobiernos– para evitar que más mujeres sigan siendo víctimas de cualquier tipo de violencia.
Gritos, malos tratos y golpes son algunas de las violencias que han tenido que sufrir niñas, adolescentes, madres, hermanas, hijas y esposas en todo el territorio nacional.
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Lucía*, residente del suroccidente de la ciudad, contó lo difícil que fue para ella crecer viendo a su padre golpear a su mamá cada vez que llegaba borracho a casa o cada vez que le disgustaba algo.
“Yo crecí con una imagen rota de mi familia, pero creí que eso era lo correcto. Fueron muchos años siendo testigo de esa realidad que se convirtió en algo normal para mí que cuando me fui a vivir con mi pareja, me pareció aceptable que mi esposo también me gritara y golpeara”, dijo Lucía.
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La mujer de 21 años sostuvo que fueron más de ocho meses viviendo y sintiendo en carne propia los golpes y malos tratos que soportó su madre hasta que un día decidió irse de su casa para nunca más volver.
“Llegó de trabajar y no le gustó la comida que le preparé y se enfureció, me golpeó y casi me mata y fue por eso que decidí dejarlo. Es necesario que las leyes protejan de manera integral, los derechos de las mujeres y que el maltrato no se convierta en algo normalmente aceptado por todos”, expresó.
