En medio de la incomodidad y en el piso frío del Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz, varios usuarios de la aerolínea Viva Air pasaron la noche de este martes a la espera de poder ser reubicados en otros vuelos.
Tal es el caso de Nathali González Melo, una mujer oriunda de Bogotá que viajó a Barranquilla el pasado 15 de febrero junto a su esposo para disfrutar del Carnaval, y posterior a esto, pasear por diferentes ciudades de la costa Caribe tras ahorrar por más de un año para poder vacacionar en familia.
Mientras acomodaba los morrales, que le han sirvieron de almohadas por alrededor de las 18 horas que permaneció en los pasillos del Ernesto Cortissoz, esta mujer de 30 años relató a esta casa editorial cómo fue la larga espera para poder ser reubicada, junto a su compañero sentimental, en una de los vuelos de las aerolíneas que se habilitaron para el traslado de los afectados por la suspensión de operaciones por parte de Viva Air.