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Nicolle García estuvo sentada por varios minutos encima de la bóveda de alguien que nunca conoció mientras se resguardaba del inclemente sol en el cementerio Santa María, en el sur de Barranquilla, donde reposan los retos de su hermana fallecida hace cuatro meses tras perder la batalla contra el cáncer de mama. 

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Para ella siempre ha sido 'sagrado' visitar, cada Día de los Difuntos, a los familiares que descansan en este camposanto. En esta ocasión sostuvo que 'es muy duro que llegue esta fecha porque yo era quien la cuidaba y vi cómo fueron sus últimos días. Pensar en que ya no podré compartir más con ella es algo doloroso'.

En medio de su dolor, García destacó el cambio que ha tenido este cementerio durante el último año, en el que el vandalismo a las tumbas ya no es una preocupación. 

'El cementerio está muy lindo y limpio, yo siempre he vivido por aquí y esto era horrible, olía feo, se metían los rateros y saqueaban las tumbas, pero desde que está esta administración se ha visto un cambio positivo', sostuvo.