Compartir:

En medio de la penumbra de la noche, la tierra comenzó a crujir. Solo fueron necesarios unos cuantos segundos para que la vivienda de Francielina Patiño quedara reducida a escombros.

Junto con ella, una mujer en avanzado estado de embarazo y dos niños miraban con dolor cómo la mayoría de sus pertenencias –adquiridas con sacrificio– habían quedado sepultadas.

'Esto ha sido algo inexplicable y doloroso. Nosotros vimos las grietas en el suelo, pero no pensamos que la casa se iba a caer hasta hoy (ayer) que se derrumbó completamente. Me tocó salir corriendo con mis hijos y mis nietos para evitar una tragedia mayor y afortunadamente los vecinos nos dieron posada para pasar la noche', contó la mujer.

Otras diez viviendas también se vieron afectadas con los deslizamientos de tierras que se registraron en la madrugada del jueves en la loma de La Manga.

Sara Cerpa y las dos familias que viven con ella también quedaron 'en la calle' y, como pudieron, lograron rescatar algunas de sus pertenencias y elementos de la vivienda como láminas de eternit, puertas y ventanas para evitar que se perdieran entre la arena que poco a poco entró en su casa.

'Nosotros estamos afectados desde que empezaron las lluvias porque la arena ya estaba pastosa y el arroyo que baja por la loma cada día era más fuerte, pero después del último aguacero en el patio vimos unas grietas y pilas de arena, esa era la señal de que esto sucedería', aseguró.

Una situación similar vivió Luis Gregorio Sanjuan, quien estaba en una de las casas afectadas en calidad de arriendo y manifestó que no cuenta con los recursos económicos para reubicarse en otra zona.

'Esta casa no es de nosotros, tuvimos que tomar este lugar como la única opción para vivir y ahora estamos en la calle. Estoy buscando a ver si algún familiar nos acoge, pero en este momento no sé qué voy hacer y para dónde voy a llevar a mi familia', sostuvo.

Sanjuan entregó detalles sobre el momento en el que se cayó su casa. Relató que a las 11:00 a. m. del miércoles se dieron cuenta de que los árboles ubicados en su patio se estaban moviendo de lugar.

'Comenzamos a pedirle a los vecinos que nos colaboraran para guardar nuestras pertenencias en sus casas, mientras veíamos cómo se nos caía la nuestra. En este momento esperamos la ayuda de las autoridades', aseveró.

Por su parte, el líder comunitario Armando Redondo expuso que es 'crónica de una tragedia anunciada', debido a la inestabilidad del terreno en donde se encuentran ubicadas las casas del barrio La Manga. 'Es importante reubicar a las personas que se encuentran en este sector'.