'La unión hace la fuerza'. Con esta emotiva frase comienzan la formación diaria los 201 estudiantes del colegio Madre María Sara Alvarado, ubicado en el barrio Montes, en el suroriente de Barranquilla. La tienen presente desde que se les informó sobre la posibilidad de cierre de esta institución educativa privada, por falta de recursos para su sostenimiento.
Desde hace 52 años, la también conocida escuela San Rafael –correspondiente a su primer nombre– presta sus servicios a la comunidad de este sector de la ciudad, siendo la formación religiosa uno de sus pilares fundamentales en el proceso educativo.
A raíz de la pandemia, algunos colegios privados empezaron a registrar déficit en sus cuentas y el Colsara no estuvo exento de esta situación. A pesar de la constancia y el trabajo realizado por la comunidad de las Hermanas Dominicas de Nazaret para mantenerlo en pie, las directivas sostienen que necesitan un monto de $10 millones mensuales para su funcionamiento normal, que corresponde a llegar al tope de 300 estudiantes matriculados.