La temporada invernal que atraviesa el país y que se encrudece con el pasar de los días, no solo ha afectado a campesinos y a quienes residen zonas rurales en el Atlántico. El comercio formal e informal se suma a lista de perjudicados por las fuertes lluvias.
En el caso del comercio formal las ventas han bajado hasta en un 30 %, mientras que el informal registra un decrecimiento de hasta el 70 %.
Dina Luz Pardo, directora ejecutiva de Asocentro, dijo que tradicionalmente agosto es un mes muy complicado para las ventas; sin embargo, la situación se ha complicado aún más por las precipitaciones atípicas para esta época del año en Barranquilla.
Según la dirigente gremial, los comerciantes están desesperados por las bajas ventas y los altos costos del sector en materia de servicios públicos; razón por la cual confían en que en septiembre los negocios mejoren.