El planeta experimenta los efectos del cambio climático, lo que ha obligado a los gobiernos a tomar medidas para la adaptación a este fenómeno. Barranquilla ha puesto de manifiesto la necesidad de realizar esfuerzos de recuperación ambiental de los ecosistemas acuáticos, así como de fomentar la cohesión social por medio de proyectos transversales.
Es así como está haciendo grandes esfuerzos para lograr la recuperación integral de la Ciénaga de Mallorquín, con el fin de hacer frente a esta problemática.
Frente a las obras que se desarrollan en Mallorquín, expertos y la Corporación Autónoma Regional del Atlántico –CRA– manifestaron que el proyecto en esa zona es viable teniendo en cuenta los aspectos ambientales para la conservación e impulso de este ecosistema de manglares.
Según Karina Castellanos Romero, bióloga y docente asociada a la facultad de Ciencias Básicas de la Universidad del Atlántico, la ciénaga de Mallorquín tiene un potencial innegable para convertirse en un área con figura de protección que se denomina Distrito de Manejos Integrados por ser un socio ecosistema.
Lo anterior, manifestó, que los fines de conservación no impiden la posibilidad de realizar algún tipo de intervención en estas zonas.
'Las comunidades pueden seguir desarrollando actividades de forma organizada y respetando los principios de conservación de las funciones de estos sistemas acuáticos', dijo.
Explicó que es fundamental mantener el manglar, por ser determinante ambiental y normativo, al igual que se deben aplicar ciertas restricciones en la eliminación de otro tipo de coberturas y contribuir a una mayor organización en el establecimiento de actividades productivas por las cuales la comunidad siga teniendo acceso.